El toco piquinegro (Lophoceros nasutus o Tockus nasutus)
El toco piquinegro (Lophoceros nasutus o Tockus nasutus) es una especie de ave bucerotiforme de la familia Bucerotidae, ampliamente distribuida por las sabanas del África subsahariana y del suroeste de Arabia.
Descripción
Con 45-51 cm de longitud, el cálao gris africano es un ave grande, aunque es uno de los cálaos más pequeños. Su plumaje es gris y marrón, con la cabeza, las plumas de vuelo y la larga cola de un tono más oscuro. Presenta una línea blanca a cada lado de la coronilla y otra en el dorso, sólo visible en vuelo. Su pico, largo y curvado, presenta un pequeño casquete a lo largo del culmen superior, más prominente en los machos que en las hembras. Los machos presentan una mandíbula superior oscura con una marca o raya horizontal de color amarillo crema, mientras que las hembras tienen mandíbulas tricolores con puntas rojas. El plumaje del macho y de la hembra es similar. El de los juveniles no difiere mucho del de los adultos, pero sus picos son inicialmente uniformemente negruzcos. El vuelo es ondulado. Los cálaos de pico rojo, de tamaño similar, se dan en hábitats de sabana parecidos, pero tienen el plumaje de color bayo.
Este llamativo pájaro anuncia su presencia con un pip-pipí-pipí-pipí.
Distribución y hábitat
Los Tockus nasutus son aves predominantemente arborícolas, con un estilo de vida sedentario en la mayor parte de su área de distribución. El cálao gris africano está extendido por gran parte del África subsahariana. Prefiere los bosques abiertos y la sabana.
Taxonomía
En 1760, el zoólogo francés Mathurin Jacques Brisson incluyó una descripción del cálao gris africano en el cuarto volumen de su Ornithologie, basándose en un espécimen recogido en Senegal. Utilizó el nombre francés Le calao à bec noir du Sénégal y el nombre latino Hydrocorax Senegalensis Melanorynchos. Aunque Brisson acuñó nombres latinos, éstos no se ajustan al sistema binomial y no están reconocidos por la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica. Cuando en 1766 el naturalista sueco Carl Linnaeus actualizó su Systema Naturae para la duodécima edición, añadió 240 especies que habían sido descritas previamente por Brisson en su Ornithologie. Linneo incluyó una breve descripción del cálao gris africano, lo situó con los demás cálaos en el género Buceros y acuñó el nombre binomial Buceros nasutus.
El cálao gris africano se incluye ahora en el género Lophoceros, introducido en 1833 por dos naturalistas alemanes, Wilhelm Hemprich y Christian Gottfried Ehrenberg. Este género fue resucitado en 2013 para contener un grupo de cálaos que anteriormente se habían colocado en el género Tockus. El nombre del género Lophoceros combina el griego antiguo lophos que significa "cresta" con kerōs que significa "cuerno". El epíteto específico nasutus procede del latín y significa "nariz grande".
Subespecies
Se reconocen dos subespecies:
- Lophoceros nasutus nasutus (= L. n. forskali) (Linnaeus, 1766) - de Senegambia a Etiopía, Kenia y Uganda; península arábiga.
- Lophoceros nasutus epirhinus (= L. n. dorsalis) (Sundevall, 1850) - del sur de Uganda y sureste de Kenia al norte de Sudáfrica.
Reproducción
La hembra pone de dos a cuatro huevos blancos en el hueco de un árbol, que se bloquea durante la incubación con un cemento hecho de barro, excrementos y pulpa de fruta. Sólo hay una estrecha abertura, lo suficientemente grande como para que el macho transfiera comida a la madre y a los polluelos. Cuando los polluelos y la hembra superan el tamaño del nido, la madre se escapa y reconstruye la pared, tras lo cual ambos progenitores alimentan a los polluelos.
Alimentación
El cálao gris africano es omnívoro, come insectos, fruta y reptiles. Se alimenta principalmente en los árboles.
Reproducción
Los Lophoceros nasutus son omnívoros: capturan una gran variedad de insectos y reptiles y otros pequeños vertebrados, pero también comen fruta con fruición.
Durante la época de celo viven en parejas, y en otras ocasiones permanecen en bandadas de hasta 30 ejemplares. Anidan en huecos de árboles o en grietas de rocas. Las hembras ponen de 2 a 4 huevos blancos en el hueco, que luego tapian desde dentro. Cuando los polluelos crecen, la hembra rompe la pared que la encierra, sale y ayuda al macho a amamantar al polluelo, generalmente único. El polluelo, huérfano de madre, volverá a cerrar en pocas horas la brecha abierta por la hembra, dejando sólo un estrecho hueco.
