¡Bienvenidos al Reino animal!
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El capuchino del Japón, manón o isabelita del Japón (Lonchura striata domestica)

Фото Capuchino culiblanco
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Фото Capuchino culiblanco
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El capuchino del Japón, manón o isabelita del Japón (Lonchura striata domestica) es una de las aves domésticas más populares, tanto por su escaso valor monetario, que la hace muy accesible, como por la facilidad de su crianza. Su origen se debe al cruce selectivo del capuchino culiblanco (Lonchura striata) con otras especies de estríldidos del género Lonchura.

Origen de la subespecie

Como ya se ha mencionado, el manón (Lonchura striata domestica) es un ser que no existe en estado silvestre, sino que su existencia es debida al trabajo de cría y selección por parte del hombre. Su aparición es producto del cruce de Lonchura striata (un ave antiguamente muy común en algunos países y regiones del oriente asiático, como China, India, Japón, Sumatra y Tailandia) con otras especies afines, gracias a la labor de avicultores y criadores japoneses.

Origen del nombre

Aparentemente, el nombre vulgar de esta especie en lengua castellana es una deformación de la denominación que la misma recibe en idioma francés: moineau du Japon (gorrión de Japón). En los países de habla inglesa, se lo conoce como bengalese (bengalí, en Gran Bretaña) o society finch (pinzón de la sociedad, en los Estados Unidos).

Orígenes

La Lonchura striata domestica se cría desde hace unos 400 años. Estas aves aparecieron en Europa en 1700, donde se importaron de Japón y China. En los países de Extremo Oriente, los amadines japoneses se criaron como aves ornamentales durante más de cien años. Ya presentaban diversas variaciones de color. Los naturalistas europeos no encontraron este tipo de aves en la naturaleza y concluyeron que los amadines japoneses son un género criado por el hombre, similar a las razas domésticas de canarios, pollos, césares y otros. Hay dos opiniones de ornitólogos sobre el origen de los amadines japoneses. Algunos creen que los amadines japoneses se originaron del cruce en cautividad de distintas especies de amadines del género Lonchura, que habitan en las islas Filipinas (de vientre blanco, de pecho blanco, de cola afilada, de bronce). Otros, sin embargo, consideran que los amadines japoneses son mutaciones caseras del amadín bronce, que fueron especialmente cultivadas por los japoneses. Cuando se cruzan amadines japoneses con amadines bronce salvajes, se obtiene una descendencia fértil, por lo que probablemente la versión de que el amadín japonés es un amadín bronce domesticado está bastante justificada. Esto, por supuesto, no excluye la posibilidad de cruzarlo con otras especies cercanas en el proceso de domesticación, como ocurrió con los canarios y otras aves.

Reproducción

Por supuesto, la Lonchura striata domestica es una gran niñera y hace un excelente trabajo criando no sólo a sus propios polluelos, sino también a los de otras personas. Por lo general, los polluelos de amadín japonés abandonan el nido a los 23-27 días, y luego los padres los suplementan durante otros 10-15 días.

Variedades

El origen del nombre amadín japonés es bastante comprensible, ya que fue en el país del sol naciente donde los europeos vieron por primera vez estas aves. Junto a ella, existen otras. En los países europeos, los pájaros se llaman pinzones de Bengala, pinzones japoneses o pinzones públicos o munias de Bengala. Quizá sería más correcto llamarlas munias japonesas. La cuestión es que el género Lonchura, al que pertenecen estos pájaros, se llama más a menudo Munia, por uno de sus subgéneros (Munia). En realidad, las amadinas son varias especies de tejedoras de pico de cera que viven en África y pertenecen al género Amadina. Muchas personas los conocen como amadines de pecho rojo y de cabeza roja. Pero como en ruso no existen nombres especiales para numerosos géneros de tejedores exóticos de pico de cera, todos ellos se resumen convencionalmente en varios grupos: amadines, astraldos y munias.

Hábitat y nutrición

Los antepasados de Lonchura striata domestica habitaban las islas Filipinas. Otros miembros del género habitan en el sur de Asia y en las islas del archipiélago indoaustraliano. Son habitantes de zonas tropicales de clima húmedo, típicas aves arborícolas de matorral, que construyen sus nidos en las ramas gruesas. Se alimentan principalmente de cereales, pero también incluyen en su dieta diversos insectos, que utilizan para alimentar a sus polluelos.

Carácter y apariencia

El manón es un pájaro muy sociable, al punto tal que acepta una apacible convivencia con otras especies, fundamentalmente de estríldidos, como el diamante de Gould, el diamante mandarín, el diamante de Bichenov, el padda o el diamante starfinch.

Su tamaño no sobrepasa los once centímetros de longitud.

El color del plumaje varía del negro al blanco, presentando todas las tonalidades intermedias en la gama de los marrones (crema, canela, ocre, habano, chocolate). Existen ejemplares monocromos, bicromos o tricromos. Si bien la mayoría de los manones tienen el plumaje liso, algunos criadores han obtenido ejemplares con plumas rizadas. También existen los manones con copete, resultado de la cruza selectiva.

El color de los ojos puede ser negro o rojo (en los ejemplares albinos).

No existe dimorfismo sexual, por lo que resulta prácticamente imposible la distinción entre los machos y las hembras de la especie. Los diferentes criadores utilizan distintas técnicas para determinar el sexo del individuo según su apariencia externa (grosor del pico, brillo del plumaje, etc.), pero ninguna resulta segura. Aunque presentando, todavía, márgenes de error, es mucho más confiable la observación de los hábitos de conducta de los pájaros: por lo general, los ejemplares más movedizos, ruidosos y con canto son machos, las hembras emiten ruidos, pero no un canto como tal.

Longevidad

La longevidad del manón oscila entre los cuatro a cinco años.

Alimentación

Esta ave es eminentemente granívora, alimentándose, preferentemente, de granos (mijo, alpiste, colza) y hojas (lechuga, escarola).

El manón como mascota

La facilidad de su mantenimiento, el bajo costo monetario de los especímenes y la sencilla crianza han hecho del manón una mascota ideal para los amantes de las aves principiantes y para aquellos que tienen poco espacio disponible en sus viviendas.

Los veterinarios y avicultores recomiendan ubicarlos en jaulas más largas que altas (como aquellas utilizadas para la crianza del canario —Serinus canaria—); el tamaño ideal de las mismas es de entre 45 y 50 centímetros de largo por 30 de alto.

Se les debe proporcionar un nido tipo caja (el que, habitualmente, se expende en las tiendas de animales para ser empleados en la cría del periquito australiano —Melopsittacus undulatus—). Para facilitarle al casal la construcción del nido, el criador deberá otorgarle heno seco, pelo de animales, fibras naturales... Si la intención del aficionado es la crianza de estas aves, es conveniente no mantenerlos en colonia, puesto que todos los individuos que la componen intentarán dormir en el nido (incluso con el beneplácito de los progenitores), dañando, con esa conducta, los huevos y matando, involuntariamente, a los pichones. Lo ideal es, para esos fines, mantener en la jaula un casal o trío (compuesto por un macho y dos hembras) de aves.

Como estos pájaros son muy afectos al baño, es más que recomendable el colocar en la pajarera una bañadera para aves, a la que habrá que ponerle agua fresca a cada tanto, sobre todo en la temporada estival.

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