¡Bienvenidos al Reino animal!
¡Bienvenidos al Reino animal!

El saiga Saiga tatarica

Фото Saiga
 1312
Фото Saiga
 1313
Фото Saiga
 1314
Фото Saiga
 1315
Фото Saiga
 1316
Фото Saiga
 1317
Фото Saiga
 1318
Фото Saiga
 1319
Фото Saiga
 1320
Фото Saiga
 3674

Apariencia

El saiga (Saiga tatarica) es una especie de Asia artiodáctil de la familia Bovidae. El Saiga tatarica es un pequeño antílope de hasta 150 cm de longitud y 80 cm de altura, que pesa entre 23 y 40 kg. Tiene una complexión ligera pero algo torpe, con un cuerpo alargado y unas patas delgadas y relativamente cortas pero fuertes. El saiga tiene una apariencia particularmente distintiva debido a su gran cabeza encorvada con una suave probóscide móvil que cuelga sobre su boca. Su gran «hocico» se debe a sus grandes cavidades nasales, que sirven para mantener el aire frío que inhala el saiga durante su enérgico recorrido invernal. El grueso y largo pelaje, que vuelve a crecer en invierno, protege al saiga de las feroces ventiscas, y los pelos que cubren su cara, como los de los renos, protegen su nariz del enfriamiento. Sólo los machos tienen astas, que son casi verticales, con forma de lira y de color blanco amarillento en la cabeza.

Reproducción y modo de vida

El saiga está bien adaptado a la vida en las estepas y los semidesiertos. Corre a una velocidad de hasta 80 km/h, dando ocasionalmente saltos «a la vista» hacia arriba. Se alimenta principalmente de hierbas, pastos, efedra, ajenjo y líquenes esteparios. Durante la época de celo se producen feroces peleas entre los machos, que a veces provocan la muerte de uno de los competidores. El macho victorioso se convierte en el dueño de un harén de 5 a 50 hembras. El embarazo dura unos 5 meses. Las hembras jóvenes suelen parir una cría cada una, y las adultas, dos. A los 4-8 días de edad la cría comienza a mordisquear la hierba y a los 10 días de edad sigue a la hembra. Lo alimenta con leche durante unos 4 meses.

Distribución

El saiga se distribuye por las llanuras de Europa oriental y Asia central. A principios del siglo XX, como resultado de la sobrepesca, su número llegó a ser muy bajo, pero las medidas de conservación contribuyeron a su recuperación.

Все самое интересное