El caracal Caracal caracal
El caracal es uno de los félidos más cerrados y misteriosos. Recibe la denominación por el color negro de las píncelas y el lado trasero de las orejas – la denominación es de origen turco y significa “oreja negra”. Exteriormente parece algo el lince pero más pequeño, más esbelto y de color monótono. Su cuerpo mide los 65-90 cm de longitud, pesa entre los 11 y 19 kg, además los machos son más grandes que las hembras. Lo que más lo distingue son orejas grandes que terminan con pínceles muy largos de 5 cm y las piernas traseras muy fuertes con las que puede saltar a los 5 metros. Además, las patas del caracal tienen un cepillo de pelo duro que le facilita andar por la arena. El pelo de este gato sureño es corto y espeso con el color que parece el de puma - el caracal es más cercano a él también por una fila de peculiaridades morfológicas, según los zoólogos.
A pesar de los tamaños modestos el caracal es un carnívoro fuerte y peligroso, un cazador experimentado y clarividente, capaz de perseguir la víctima que supera dos veces su peso, y luego traerla a un árbol como lo hace el leopardo, para esconderla de otros carnívoros. A pesar de las piernas largas, no puede correr mucho tiempo, por eso caza acechando la presa y después alcanzándola. Teniendo un tiempo de reacción extraordinario y garras escondibles muy agudas, este gato ágil es capaz de acechar muy cerca e irrumpir con saltos acolchados a una espesura de pájaros y derribar varios de ellos despegando, con golpes de las patas. Los golpes pueden ser diferentes, tanto con la pata derecha como con la izquierda y también con las ambas, además puede cambiar la dirección del salto ya en el vuelo. Caza este carnívoro a la presa muy diferente: roedores (Gerbilinos, jerbos, tuzas), liebres, damanes, antélopes menudos y también monos pequeños, raras veces reptiles. A veces los caracales captan erizos, puercoespines, insectos, pequeños carnívoros, como zorra o mangostas, avestruces jóvenes. Tienen muy desarrollada la vista nocturna y el oído agudo: cada oreja se controla por veinte músculos, mientras que los numerosos pelos dentro de la oreja le ayuda a determinar la posición de la presa. El caracal es capaz de vivir sin agua mucho tiempo recibiendo el líquido de la carne. En Asia a estos animales los usaban para cazar los faisanes, pavos, liebres y antélopes pequeños. En India a los caracales les denominaban “guepardos de pobres” porque no sólo los podían mantener los ricos, a diferencia de los guepardos.
Se reproducen los caracales todo el año, pudiendo tener la hembra hasta tres parejas. Después de la gestación de 80 días nacen de 1 hasta 6 ( más a menudo 3) crías ciegas sordas y manchadas. Nacen en una madriguera bajo raíces de los árboles, en una cueva o una madriguera abandonada por otros animales. En una semana abren los ojos y después de dos o cuatro días más empiezan a andar. Las crías crecen bien lento. Durante el primer mes la madre los trae constantemente de un lugar al otro para esconderlos de los carnívoros. A la edad de 1 año los caracales jóvenes abandonan la madre, las hembras suelen establecerse cerca de las territorios parentales, mientras que los machos pueden alejarse a los 100 km.