El gato tigre, tigrillo, caucel, maracayá o margay Leopardus wiedii
El margay es un gato pequeño sudamericano que vive en Panamá, Ecuador, Guayana, Uruguay, Colombia norteña, Perú, Paraguay, y en el norte de la Argentina. Vive en los bosques húmedos espesos siempreverdes, evitando bosques claros, y a veces se lo puede encontrar en plantaciones de cacao o en cafetales. Mide hasta 50-80 cm de longitud, la altura en perdiz es de 30-45 cm y el peso es de 2,5-4 kg. El margay tiene una cola larga, piernas bastante largas, orejas redondeadas y ojos grandes con pupilas ovaladas.
Igual que el ocelote, el margay tiene 36 cromosomas, mientras que los demás félidos los tienen 38. Su cuerpo tiene el color amarillo claro y marrón amarillo, la cola tiene manchas y anillos anchos y trasversales, el abdomen, el pecho, la garganta, la barbilla y la parte interior de las piernas son blancos con un dibujo de color marrón oscuro o negro. El margay lleva el modo de vivir semiarbóreo y por lo general es activo por la noche, mientras que el día lo pasa descansando en cuevas, entre la vegetación, o en las ramas arbóreas. Este gato sube bien los árboles y puede saltar de una rama hacia otra como una ardilla, sirviendo su cola larga como un balancín y ayudándole a mentener el balance y cambiar la dirección del salto. Hasta que desde un tronco completamente vertical el margay puede bajar cabeza abajo. En eso le ayuda la construcción específica de las patas traseras, que pueden girar casi 180 grados. Las patas traseras son tan fuertes que abrazando con ellas una rama, el animal puede estar pendiente cabeza abajo fácilmente. Hasta que puede estar colgado en una rama agarrándola con una sóla pata. Caza el margay tanto en los árboles como en el suelo. En vez de perseguir la presa prefiere estar emboscado para atacar la presa. La presa pueden ser diferentes mamíferos pequeños (ratas, ardillas), avas que viven en los árboles, igual como sus huevos, lagartos, ranas arbóreas, insectos. Raras veces el margay come primates pequeños, puercoespines, perezosos, hierba u otra vegetación. Hace poco los zoólogos descubrieron que puede utilizar su voz para atrapar las víctimas (primates, roedores y otros animales). Tal caso fue fijado por primera vez en el 2005, aquella vez los científicos lograron grabar en una cinta los gritos del margay imitando los sonidos de los tamarines.
Excepto la época de la reproducción el margay lleva el modo de vivir solitario, su terreno individual ocupa los 12-16 km2, mientras que el territorio de un animal puede atravesar parcialmente los de otros. Las fronteras de sus territorios los gatos las marcan con la urina, con los excrementos y con los secreciones de las glándulas olfativas, que están entre los dedos en las patas y en el hocico, los machos las tienen también en la cola. Los margays forman parejas tan sólo en las épocas del período de reproducción, hasta que los gatos cazan juntos. Antes de parir la hembra, los machos la abandonan y no toman parte en criar los hijos. La hembra establece un refugio en un lugar escondido (en una espesura forestal, entre las hojas de los árboles) y después de la gestación de 80 días nace tan sólo un cachorro, raras veces dos. El recién nacido pesa 450 gramos (es más que pesa el gatito doméstico recién nacido, a pesar de tener el margay el tamaño más pequeño que el gato doméstico mediano). Los gatitos abren los ojos después de dos semanas, y no salen del refugio hasta la edad de dos meses, cuando empiezan a acompañar la madre cazando. Los gatitos se independizan completamente a la edad de 8-10 meses.
En algunas reguones sudamericanas la gente mantiene el margay en vez del gato doméstico. Ultimamente por haber eliminado las bosque tropicales ha reducido la cantidad de los margays. Además los furtivos los matan para recibir una piel hermosa, espesa y suave. Actualmente a este gato de cola larga (igual como a muchos félidos) le amenaza la extinción.
