El lobo gris Canis lupus
Es difícil imaginar un animal con tanta carisma y que tenga tantos lazos con el hombre que el lobo. En tiempos antiguos la gente admiró el lobo y lo consideró su antescedente. Lo vecino e inteligente que fue el lobo sin duda alguna fueron la razón de que fue domesticado. Las investigaciones genéticas confirmaron que las razas numerosas de los perros provienen del lobo. Pero el lobo y el hombre siempre fueron competidores y la historia de nuestras relaciones está llena de dramatismo. Fueron tiempos en los que el lobo se creía enemigo número uno. Es la razón de que fue eliminado en muchos países europeos. Pero desde la segunda mitad del siglo 20 al lobo se lo denominó “el médico del bosque” por ser el regulador de la cantidad de los ungulados.
El lobo es un representante más grande de los cánidos. Es un animal excelente y fornido con las piernas fuertes y esbeltas, la cabeza y el cuello fuertes y el hocico alargado. Los machos son algo más gruesos que las hembras. Los dientes y las mandíbulas son tan fuertes que pueden romper los huesos más grandes. El pelo es espeso y bastante largo.
Los lobos viven en rebaños de 2 a 30 animales. Habitualmente el rebaño es una familia grande que consiste de los padres e hijos de varias generaciones, pero a veces al rebaño se unen otros lobos. La base de la familia es la pareja reproduciente. Cada familia tiene su propia área donde no pasan los “ajenos”. Las fronteras las señalan con la urina y los avisan a los vecinos de sus derechos con un aullo.
El aullo es una forma de comunicación excelente. El hombre lo oye a la distancia de los 3-4 km, mientras que los lobos a la de los 10. Gracias al aullo los miembros del rebaño siempre saben dónde se encuentra cada uno. Los padres con el aullo los avisan a sus hijos que se acercan con la presa y los cachorros, dónde se encuentran. Con la ayuda de la voz los animales también se transmiten uno a otro los mensajes más compuestos, por ejemplo dónde se encuentra la presa. Pero lo que es más importante es que el aullo fomenta un espíritu general harmónico en el rebaño manteniendo el deseo de unirse.
El estatus del lobo en el rebaño lo revelan su mímica, postura, movimientos. Un sentido importante lo tienen la posición de las orejas, de la cabeza, de la cola y de otras partes del cuerpo. El lobo que está seguro de sí mismo demuestra con todo su cuerpo lo grande y fuerte que es, por eso anda con la espalda recta y la cabeza alzada. La cola está alzada hacia abajo o estirada por lo horizontal, y las orejas están levantadas. Amenazando a los desobedientes demuestra los colmillos alzando los labios sin estirarlos. Pero raras veces recurren a esas medidas. Habitualmente es bastante una mirada atenta para disciplinar el desobediente. Los lobos demuestran a menudo la amistad hacia sus hermanos lo que es muy importante para la cohesión del rebaño. La tensión es más fácil aliviarla con el juego. Los lobos juegan muy a menudo. Tienen una forma del saludo colectivo: frotan uno a otro, chillan, golpean uno a otro.
Los lobos son cazadores hábiles e ingeniosos. Tienen un alto grado de inteligencia distinguiéndose su comportamiento por la complejidad y la coherencia. En el rebaño que persigue un ciervo o un alce, a menudo algunos animales corren tras la presa, otros a través de la última y otros se esconden esperando el momento para atacarla.
Lobo polar Canis lupus arctos
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El lobo polar habita en casi todo el territirio árctico, excepto lugares con mucho hielo. Mide cerca de los 60-80 cm de altura alcanzando el peso de los 80 kg, pero las hembras son algo menores. Viven en rebaños de hasta 10 animales. Su dieta comprende liebres, renos y otros animales. Una hembra suele tener 4-5 cachorros. Pero el lobo polar se adaptó a la vida mejor que otros animales: puede vivir sin comer algo por semanas.
El lobo polar tiene todo para sobrevivir en los fríos: un pelaje que lo calienta y no deja pasar el viento, una vista aguda, un olfato excelente y además es un buen cazador.
Casi siempre cazan en rebaños, porque sólo en este caso pueden captar tales ungulados como buey almizclero, reno y a veces alce cuando el último se hunda en la nieve y no pueda defenderse. Pero nunca hacen emboscadas. Si los almizcleros agrupan ya, los lobos corren alrededor hasta que los primeros huyan por lados diferentes. Pero no siempre tienen éxito. El lobo puede estar sin comer nada durante varias semanas, pero puede comer cerca de 10 kg de carne por vez. Sin su rebaño el lobo no tiene fuerzas de asesinar un animal grueso, por eso caza liebres, pájaros y otros pequeños animales. Los lobos solitarios son generalmente jóvenes que abandonaron el rebaño y estan buscando zonas separadas.
Los lobos polares son monógamos. En marzo la hembra encuentra un refugio o cava una madriguera ella misma. Después de dos meses de la gestación en mayo o junio nacen lobitos ciegos, sordos e indefensos. Tres semanas se quedan junto a la madre, después empiezan a investigar los alrededores. A la edad de 3 meses empiezan a acompañar a la madre cuando está cazando en el rebaño.
El lobo tibetano Canis lupus chanco
El lobo tibetano fue distinguido como subespecie del lobo gris en el 1863. Vive en China y Mongolia. Es algo más grueso que el lobo gris, pero sus piernas son más cortas. Es un buen cazador y puede cazar en cualquier hora del día o de la noche, tanto en rebaños como solitariamente. Como su presa pueden ser ciervos, carneros y otros mamíferos gruesos, también marmotas, liebres, ardillas y ratones. Los lobos se reproducen en primavera, pero sólo lo hace el par dominante. Después de 2 meses de la gestación nacen 4-6 cachorros. Empiezan a abandonar el refugio a la edad de 3 semanas. La madre les da leche 2 o 3 meses. En la naturaleza viven entre 6 hasta 10 años, y en cautiverio hasta 20.
El lobo árabe Canis lupus arabs
El lobo árabe (Canis lupus arabs) vive en territorios restringidos en el sur de Israel, Omán, Yemen, Jordania, Arabia Saudita y posiblemente en algunas partes de la península Sinaí en Egipto. Es el lobo más pequeño de todos los subespecies, bien adaptado a la vida en el desierto, cuya altura es alrededor de 66 cm y el peso es de sólo 18 kilogramos. A diferencia de otras subespecies las orejas del lobo árabe son desproporcionadamente grandes en comparación con el tamaño del cuerpo, lo que sirve para disipar la radiación térmica del cuerpo. Su lana es corta. Además, los lobos árabes no viven en grandes rebaños (aparentemente debido a la escasez de recursos alimentarios) y cazan en parejas o grupos de 3-4 animales. Esta subespecie tiene algunas características únicas: por ejemplo, nadie los ha oído aullar. Además, dos dedos medios en las patas del lobo árabe están juntados (la característica que antes fue considerada propia del Licaón). Al igual que otros lobos, los ojos del lobo árabe son amarillos, pero algunos animales los tienen marrones. Lo más probable es que una parte de la población ya no es pura raza pues que sus antepasados se mezclaron con perros salvajes.
La dieta de los lobos árabes la componen ungulados, liebres, roedores, reptiles, cañas e incluso insectos. Cazan principalmente en la oscuridad para evitar el calor. También estos lobos comen frutas y algunas plantas. Desafortunadamente, también pueden atacar al ganado, de tamaño hasta el carnero, por lo que son perseguidos por los agricultores. En Omán, la población de lobos aumentó significativamente después de haber prohibido cazarlos. Hay una gran posibilidad de que la cantidad de los lobos árabes se recupere en varios lugares de la región en un futuro relativamente corto.
El único período en que los lobos árabes se vuelven territoriales es cuando nacen cachorros. A veces, la camada consiste de 12 cachorros, pero generalmente sólo son 2 o 3. Nacen ciegos, la madre les alimenta con leche hasta 8 semanas, después de lo cual los padres comienzan a rebotar su comida semi-digerida.
El lobo del Mackenzie Canis lupus occidentalis
El lobo del Mackenzie (Canis lupus occidentalis) es una subespecie del lobo gris, que también se conoce como el lobo de las montañas rocosas, fue asignado en 1829 por Sir John Richardson. Es una de las subespecies más grandes de América del Norte, en el oeste de Canadá y Alaska. En 1995, los lobos de esta subespecie fueron importados de Canadá y liberados en el parque Yellowstone para recuperar el número de lobos. En Alaska, los rebaños generalmente están formados de 6-12 animales, aunque a veces hay los de 20-30. Estos depredadores fuertes y resistentes son capaces de cazar con éxito los bisontes, alces, ovejas, caribú y otros ciervos, cabras de la nieve, pero a menudo los lobos extraen animales de un tamaño mucho más pequeño: castores, ardillas, lunares, liebres, lemmings y salmón.
La época de cría comienza en febrero. En la manada solo se reproduce la pareja dominante. Después de una gestación de 63 días la hembra da a luz a 4-6 crías. Los cachorros abandonan la guarida a la edad de 4-6 semanas, y para el otoño ya son capaces de participar en la caza de la manada y se mueven con ella a largas distancias. Para 6-8 meses, alcanzan el tamaño de sus padres, y llegan a la pubertad a la edad de 22 meses.
Gracias a las medidas adoptadas para protegerlos la población de los lobos ha restablecido rápidamente su número. En Alaska, el número de lobos se calcula en 7000-1000 animales, y en el Norte de las Montañas Rocosas alcanzó 1.200 lobos y continúa aumentando.
