El leopardo de las nieves o irbis Uncia uncia
Se destaca por su cuerpo largo y flexible, patas bastante cortas pero anchas, una cabeza redonda con orejas cortas y hasta que en invierno ocultas entre la piel y con ojos grandes y expresivos (foto 1, 2, 3, 5, 6). La cola del leopardo de las nieves es muy larga siendo más que tres cuartos de longitud del cuerpo, y además parece muy ancho porque el pelo es espeso (foto 4). Sirve para balancear cuando el irbis salta, ayudando al animal cambiar la direccion mientras esté saltando. En el hocico el leopardo tiene vibrisas sensibles de hasta 10 cm de longitud, su lengua ágil con tubérculos especiales con un epitelio querantinizado por ambos lados, le favorece raspar la carne de los huesos (foto 7). El pelo espeso y suave de hasta 55 mm de longitud le defiende del frío. El color general de fondo de la piel invernal es muy claro, casi blanco, con manchas redondas y oscuras (fotos 8, 9, 10). Este dibujo le oculta al animal en su hábitat natural que son rocas oscuras, piedras, nieve blanca y hielo. Entre los félidos el irbis es el único habitante de las tierras altas. Por causa de vivir el animal en las zonas de difícil acceso y una baja densidad de la especie, es muy poco lo que sabemos del leopardo de las nieves. La cantidad de los anumales es muy excesa, hasta que en el siglo XX apareció en la Lista Roja como una especie amenazada.
Los leopardos adultos son animales adictos a sus territorios que llevan el modo de vivir solitario. Comen por lo general diferentes ungulados, como carneros azules, marjores, argalís, taquines, gorales, corzos, ciervos, jabalís. El irbis es un carnívoro peligroso porque puede vencer la presa que pese tres veces más que él, pero no evita cazar tuzas, agateadores, faisanes y perdices. El irbis caza solo acercándose al animal desde un refigio o desde una emboscada esperando la presa cerca de las sendas, los abrevaderos o escondido en las rocas. Al reducirse la distancia entre el irbis y su víctima hasta varias decenas de metros, el primero salta del refugio y con pasos de 6-7 metros logra la presa.
Las hembras irbis paren como regla una vez por dos años. Después de la gestación de 90-100 días nacen de 2 hasta 5 crías, cuyo peso es de 500 gramos. Están ciegos e indefensos y abren los ojos después de 6-8 días. La madre les da leche durante los 3-4 meses, pero ya a la edad de 1,5-2 meses empieza a darles carne. Cerca del refugio de irbis se puede ver restos de huesos, pedazos del pelo, plumas de pájaros. A la edad de 4-5 meses los irbisitos abandonan el refugio y vagan por los alrededores junto a la madre. Ya alcanzan aproximadamente una mitad del tamaño de la hembra y cazan con ella todo el invierno y una parte del verano y a veces hasta el otoño. Se independizan completamente tan sólo al segundo invierno.
Fotos 24-26 – gatitos de dos meses
Fotos 11-16 – los irbisitos en la edad de 2,5 meses raspan la carne desde los huesos
Fotos 17-23 – gatitos de cinco meses
