¡Bienvenidos al Reino animal!
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Los proboscídeos

Actualmente, los elefantes son los animales terrestres más grandes: pueden alcanzar cuatro metros de altura, una longitud corporal de 7,5 metros y un peso de hasta 7 toneladas. Los elefantes tienen un cuerpo masivo, cabeza enorme con un trompa larga, orejas en forma de abanico y piernas en forma de columna. Sin duda alguna, la característica más sorprendiente del elefante es su trompa. Mucha gente piensa que es una nariz larga, pero en realidad es un labio superior musculoso conectado con la nariz. ¿Para qué los elefantes necesitan una “decoracón” así? Es que la construcción del cuerpo no les permite bajar la cabeza hacia el suelo y comer la hierba como lo hacen un caballo o una vaca. Así que lo más probable es que la trompa apareció durante la evolución como una herramienta necesaria para recoger alimentos. La componen 40 mil músculos, y por lo tanto es muy móvil y fuerte. Para el elefante la trompa es más que la mano para el hombre. El animal puede coger hierba y ramos con ella, traer algo o levantar desde el suelo un pequeño objeto como un fósforo o una moneda (lo hace con los apéndices en forma de dedos en la parte extrema de la trompa). También la trompa se usa como una bomba: un elefante adulto chupa casi un cubo de agua en ella y lo envía a la boca para beber o se vierte como si fuera una ducha. Con la trompa los elefantes emiten diferentes sonidos, expresan emociones y se comunican entre sí, y además la trompa les sirve para atacar o defenderse. Antes de golpear al enemigo, el elefante enrolla la trompa en espiral cubriendo las partes de cuerpo más sensibles. En cuanto a la fuerza de tal golpe, puede matar fácilmente a un hombre adulto.

La dieta de los elefantes la componen principalmente alimentos vegetales: hojas, ramas y corteza. En sus intestinos hay microorganismos especiales que descomponen la fibra, pero casi la mitad de los alimentos no se digieren. Es la razón por que el elefante adulto tiene que comer de 150 a 300 kg de alimento todos los días y pastar los 15-16 horas al día. Para masticar los alimentos, en cada mitad de la mandíbula del elefante se encuentra un enorme diente molar. Estos dientes se desgastan y se reemplazan por los nuevos, que salen en la parte posterior de la mandíbula y se mueven hacia adelante en el lugar de los desgastados. Son establecidos tan sólo 6 dientes, y se cambian aproximadamente una vez cada diez años, lo que determina la duración de la vida de elefante (alrededor de 60 años).

En la mandíbula superior hay dos colmillos enormes en forma de semicírculo. El colmillo conocido más grande del elefante africano alcanza una longitud de 3,5 metros y el peso de 107 kg. Con ellos los elefantes cavan el suelo, cortan la corteza de árboles, rompen ramas gruesas o troncos de los árboles.

Muy interesante es la pie de los elefantes. Los extremos de sus dedos están cubiertos con cascos fuertes, planos y anchos, y la piel de la suela es acanalada. Debajo de ella hay una masa de resorte en forma de gelatina que permite que estos animales gigantes anden casi en silencio y no se caigan en un pantano.

La piel de los elefantes es muy gruesa, prácticamente sin pelo y carece de glándulas sudoríparas y sebáceas, es por eso que necesita un cuidado especial. Los elefantes pueden pasar horas en baños de barro, y luego espolvorearse con arena y polvo. La suciedad se seca rápido bajo el sol y forma una corteza densa que no lo deja sobreencalentarse y lo protege de los insectos chupadores de sangre.

Los elefantes suelen vivir en grupos familiares bajo el liderazgo de las viejas hembras experimentadas: los machos se mantienen separados la mayor parte del año. La gestación de estos gigantes es muy larga (20-22 meses) y tan solo nace un elefante que pesa alrededor de cien kilogramos. A diferencia de los animales adultos su cuerpo está cubierto con el pelo largo. Poco después del nacimiento, el pequeño elefante es capaz de seguir a su madre, pero sigue necesitando su cuidado durante mucho tiempo. Primero no sabe usar ni su propia trompa y el agua y la leche los bebe con la boca. La madre alimenta el elefante con leche durante más de tres años y lo guarda hasta los quince años. Más tarde, los machos jóvenes abandonan el grupo, pero las hembras permanecen en él y ayudan a las madres a educar a los hermanos y hermanas más pequeños. La tasa de reproducción y crecimiento de los elefantes es muy baja pues durante toda su vida la hembra solo trae entre 5 y 10 cachorros.

En la actualidad, sólo quedan 2 especies de elefantes: el asiático que vive en el sur de Asia Sudoriental y el africano que vive en todo el África subsahariana. Sus hábitats ahora están divididos por áreas separadas. Es fácil diferenciar las dos especies. El elefante indio es más pequeño que el africano, sus orejas son notablemente más pequeñas mientras que los colmillos solo los tienen los machos. Las dos especies tienen hábitats diferentes, el elefante asiático vive en los bosques principalmente y el africano en sabana donde hace mucho más calor. Es por eso el elefante africano tiene orejas más grandes pues le sirven como un aire acondicionado.

La historia de la relación del elefante con el hombre es muy dramática. En la antigüedad, fueron respetados y adorados. Fueron utilizados con fines militares. Los hindúes utilizan elefantes domésticos para varios trabajos pesados, transporte y caza ya durante más de 5 mil años. Desafortunadamente, el hombre siempre no solo ha apreciado enormemente el poder de los elefantes sino también sus colmillos (el llamado "marfil"). Por el marfil, la gente mató a miles de elefantes. Como resultado, los elefantes están incluídos a la Lista Roja mundial.

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