El águila imperial ibérica (Aquila adalberti)
El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae. Es una de las aves endémicas de la península ibérica. Hasta no hace mucho se la consideraba una subespecie del águila imperial (Aquila heliaca), pero los estudios de ADN de ambas aves realizados por los investigadores Seibold, Helbig, Meyburg, Negro y Wink en 1996 demostraron que estaban lo suficientemente separadas como para constituir cada una de ellas una especie válida. El águila imperial ibérica es un ave amenazada; en 2013 se censaron cuatrocientas siete parejas en la península ibérica. Su nombre binomial conmemora al príncipe Adalberto de Baviera.
Descripción
El plumaje de los ejemplares adultos es de un pardo muy oscuro en todo el cuerpo, excepto en los hombros y la parte alta de las alas, donde es de color pardo salpicado de plumas blancas. La nuca es ligeramente más pálida que otras partes del cuerpo, y la cola más oscura, sin bandas claras o líneas blancas como en el águila imperial oriental. En el caso de los individuos juveniles, de menos de un año, la coloración es de un color entre pardo y rojizo, cambiando a un color amarillo pajizo más o menos homogéneo en su segundo año de vida, a lo largo del segundo y tercer año de vida, los ejemplares adoptan fases de plumaje conocidas como de damero, en las que el color amarillento se va intercalando con plumas cada vez más numerosas de color pardo oscuro y negro, en el plumaje de subadulto, que aparece entre el cuarto y quinto año se observa ya un claro predominio del marrón oscuro, aunque aún entremezclado con plumas de color más claro, alcanzando el plumaje de los individuos maduros, anteriormente descrito, en el quinto año, al mismo tiempo que la madurez sexual. El tamaño medio de los adultos es de entre 78 y 83 cm de altura,11 y 2,8 kg, si bien las hembras, más grandes que los machos, pueden llegar a los 3,5 kg. La envergadura alar varía entre los 1,8 y 2,1 m.
Viven unos veinte años de media, habiéndose documentado ejemplares de veintisiete años en el medio natural y de cuarenta y uno en cautividad.
Hábitat
Sus territorios abarcan una gran cantidad de hábitats, desde pinares en las zonas de montaña a sistemas dunares y marismas en zonas de costa. Sus mayores densidades se alcanzan en terrenos llanos o con relieves suaves, con formaciones arbóreas de importancia, aunque no dominantes (dehesas) y con buenas poblaciones de conejo.
Históricamente la persecución de esta especie hizo que las parejas supervivientes fueran las que se refugiaron en zonas de difícil acceso y relieve abrupto, generalmente en zonas de montaña. Su recuperación ha llevado a que las nuevas parejas, y también algunas antiguas vayan ocupando espacios de llanura y penillanura.
Dentro del territorio del águila, de su zona de campeo, se pueden distinguir tres zonas: la zona de nidificación; la zona de alimentación cercana, el cazadero más habitual que es defendido por la pareja para su uso exclusivo; y la zona de alimentación lejana que se usa de manera más ocasional, su uso es compartido con otras parejas y otras rapaces, y se usa más fuera de la época de cría.
Los jóvenes, al emanciparse, se dispersan por zonas cercanas o alejadas de donde nacieron, en busca de nuevos territorios de caza y reproducción.
Comportamiento
Al contrario que el águila imperial oriental de Eurasia y África oriental, la especie ibérica no emigra. Cada pareja defiende su zona de caza y reproducción (unas dos mil hectáreas) durante todo el año.
Nutrición
Su alimento consiste en conejos, que cazan en solitario o en pareja. También depreda sobre liebres, palomas, cuervos y otras aves, y en menor medida zorros y pequeños roedores, y pueden alimentarse ocasionalmente de carroña.
Reproducción
El águila imperial ibérica es monógama. La época de celo se da de marzo a julio,durante el cual las águilas reacondicionan uno de los nidos que han usado durante años rotando de uno a otro. Estos nidos están situados en la copa de árboles como alcornoques o pinos. En las zonas de repoblación forestal se han habituado a nidificar sobre eucaliptos, a pesar de ser ésta una especie alóctona. Nidifican tanto en ramas altas como bajas.
La puesta típica consta de cuatro a cinco huevos de 130 g de peso que se incuban durante cuarenta y tres días. Es común el que se desarrollen hasta tres aguiluchos, aunque esta tendencia ha disminuido en los últimos años debido al uso de pesticidas, que aumentan el número de huevos infértiles. Si el año es malo y hay poca comida, el pollo mayor la acapara y es el único que sobrevive; no obstante, se puede decir que el águila imperial ibérica no practica el cainismo. Cuando necesitan ir en busca de comida, los padres cubren los huevos o polluelos con hojas y ramas para evitar que sean descubiertos por los depredadores, algo que a veces no es suficiente, terminando con alguno de los pollos capturado por un águila real o, en el caso de los nidos bajos, incluso un zorro u otro carnívoro de tamaño medio.
Los jóvenes abandonan el nido entre sesenta y cinco y setenta y ocho días después de nacer, pero continúan viviendo en las inmediaciones y siendo alimentados por los padres durante cuatro meses. Pasado este tiempo, se independizan y emprenden una vida nómada. Cuando alcanzan la madurez sexual suelen visitar los límites de los territorios de parejas sedentarias a la búsqueda de algún individuo de sexo contrario «soltero» o «viudo». Los jóvenes nómadas son frecuentemente atacados por las parejas de adultos en cuyos territorios se han adentrado.