El bisonte americano Bison bison
Hábitat y nutrición
El bisonte americano (Bison bison), también denominado búfalo, y —palabra en desuso— cíbolo, es una especie de gran mamífero artiodáctilo de la familia de los bóvidos (Bovidae).
En referencia a esta especie, el término «búfalo», que data de 1635, tiene más historia que el concepto «bisonte», registrado en 1774; por ello, en idioma inglés es utilizado el primer término de manera errónea.
El bisonte ha recorrido un largo camino a lo largo de los años, pasando de ser un huésped de pleno derecho en las vastas llanuras del continente norteamericano a una especie casi extinguida, que ahora va a recuperar su antigua gloria. Antiguamente era una especie común en la mayor parte de Norteamérica, pero ahora sólo se encuentra al norte y al oeste del Missouri. En verano pasta en las amplias llanuras, y en invierno se desplaza al sur, a los bosques. La manada puede caminar hasta tres kilómetros al día en busca de comida. Los bisontes se alimentan de hierbas suculentas de las praderas; en invierno comen musgo, líquenes, ramitas jóvenes y hierba seca.
Modo de vida
Estos ungulados viven en pequeños grupos, formando grandes manadas durante el verano, cuando es la época de apareamiento. Cada manada está dirigida por varios machos mayores, que son muy cautelosos y vigilantes a la hora de vigilarla. Los bisontes tienen un buen sentido del olfato y del oído y suelen oler al enemigo de antemano. Una hembra de bisonte tarda unos nueve meses, y a veces un poco más, en tener un cachorro. Suele nacer un solo animal (en mayo) y pesa unos 15 kilos.
Estado de conservación
La población total de bisontes se estima en unos 30.000 ejemplares y la especie está incluida en la Lista Roja de la UICN como Casi Amenazada. La mayoría de los bisontes de las praderas proceden de un pequeño grupo de animales (unos 200) conservados en el Parque Nacional de Yellowstone y de individuos procedentes de zoológicos. Y antes de la llegada de los europeos, las praderas de Norteamérica albergaban enormes manadas de bisontes: los zoólogos calculan que había entre 40 y 60 millones de ellos.
Habiendo tomado prestados los caballos de los europeos, desde el siglo XVII los indios se especializaron en la caza del búfalo, creando una cultura única que vivía exclusivamente de su caza. Sin embargo, la magnitud de esta caza nunca amenazó a la población de búfalos. La situación cambió cuando, durante la exploración del Salvaje Oeste por parte de los colonos blancos, las gigantescas manadas de bisontes fueron eliminadas casi por completo, y a principios del siglo XX el número de bisontes americanos no superaba los pocos cientos de individuos. Sorprendentemente, los pueblos cazadores de América dependían del bisonte para su subsistencia hasta tal punto que, al disminuir el número de estos animales, también lo hizo la extinción de los indios.