El arruí, arrui o carnero de berbería Ammotragus lervia
Apariencia
El arruí, arrui, muflón del Atlas o carnero de berbería (Ammotragus lervia) es un bóvido de la subfamilia Caprinae. Los nombres «arruí» y «aoudad», como se le conoce en varias lenguas europeas, proceden del idioma bereber. Posiblemente está población proviene de animales huidos de vallados cinegéticos. En Canarias y en Andalucía hay poblaciones introducidas de arruí. El arruí ocupa una posición intermedia entre los carneros y las cabras. Su longitud corporal es de 1,3 a 1,7 m, la longitud de la cola es de 15-25 cm, la altura es de 75-110 cm, el peso de los machos es de 100-145 kg, y el de las hembras es sólo de 40-55 kg. El pelaje de estos carneros es de color beige o marrón rojizo, y la barbilla, la franja abdominal y la cara interna de las patas son blancas. En la base de la cola hay glándulas que dan al animal un olor parecido al de las cabras. Los machos también tienen un gran colgante («barba» o «melena») de pelo largo y suave en el cuello y el pecho, que a veces puede cubrir las patas delanteras, lo que les ha valido su nombre. La cabeza es alargada, con ojos grandes y orejas pequeñas; el pelaje es denso, erizado y de longitud media. Los cuernos están presentes en ambos sexos, pero los machos tienen cuernos más grandes, que pueden crecer hasta 85 cm de longitud y formar un semicírculo sobre la parte posterior de la cabeza.
Hábitat y modo de vida
El arruí es común en el norte de África, y su área de distribución se extiende desde Marruecos y el Sahara Occidental hasta Egipto y Sudán. Habitan en desiertos y semidesiertos, prefiriendo las regiones rocosas y secas. Los animales son muy ágiles, suben las pendientes pronunciadas mejor que otros carneros, son buenos saltando hasta 2 m de altura y pueden saltar fácilmente por un acantilado. Cuando se ve amenazado, el arruí no huye, sino que se congela en el lugar. Como la mayoría de los habitantes del desierto, son principalmente activos en el crepúsculo y por la noche.
Alimentación
El arruí se alimenta de diversos tipos de vegetación, como hierbas, líquenes y brotes de arbustos (en total comen más de 79 especies de plantas). La dieta de las ovejas varía según la estación del año: en invierno, los pastos constituyen la mayoría (86%); en primavera y verano, los arbustos (60%). Si no hay fuentes abiertas de agua en las cercanías, las ovejas pardas pueden prescindir de ella durante varias semanas, lamiendo el rocío matutino de las hojas y la hierba. Una vez que encuentran agua, beben abundantemente e incluso se tumban en el agua si es posible.
Comportamiento social y reproducción
Los animales viven en pequeños grupos formados por hembras, sus crías y un macho, que se gana el derecho a encabezar dicha manada en duelos contra otros machos, en los que los rivales chocan los cuernos y a veces intentan inmovilizar al oponente en el suelo con los cuernos.
El celo puede tener lugar en cualquier momento del año, pero suele producirse en otoño. Las hembras pueden quedarse embarazadas a partir de los ocho meses de edad, pero suelen madurar alrededor de los 15 meses. Los machos, debido a la competencia con los machos más viejos, no suelen tener crías hasta los tres años de edad. El embarazo dura entre 150 y 165 días; antes de dar a luz, la hembra se desplaza a los lugares más difíciles de alcanzar para los depredadores: afloramientos rocosos y acantilados escarpados. Normalmente nacen 1 o 2 (raramente 3) crías de 4,5 kg de peso; en los años de búsqueda de alimento, cuando éste es abundante, las hembras suelen parir gemelos. Al final del día, los recién nacidos ya pueden saltar hábilmente sobre las rocas. Al cabo de una semana, los corderos empiezan a comer hierba, pero la madre sigue alimentándolos con leche hasta que tienen entre 3 y 5 meses. A las tres semanas de edad, los terneros comienzan a sacar los dientes de leche.
Estado de conservación
El arruí ha sido cazado por la población local, como los tuaregs, desde la antigüedad, siendo una importante fuente de carne, lana, piel y tendones para ellos. Debido a los modernos métodos de caza con armas de fuego, el número de ovejas zambullidoras ha disminuido drásticamente en las últimas décadas y ahora están incluidas en la Lista Roja de la UICN como especie en peligro de extinción.