El órix de cuernos de cimitarra u órix blanco Oryx dammah
El órix de cuernos de cimitarra u órix blanco (Oryx dammah) es una especie de bóvido africano de la subfamilia Hippotraginae. Es la única especie de Oryx que posee cuernos curvos, lo que le da el nombre común. Su aspecto es usual en el género, pero sus cuernos se curvan hacia atrás en forma de cimitarra y su pelaje, aunque blanco, es de color rojizo en las patas y el cuello, mientras que la máscara facial es casi ausente.
Esta especie presenta la particularidad de que fue domesticada en el Antiguo Egipto como animal productor de carne. Eventualmente su domesticación cayó en desuso debido a la agresividad de la especie. Se distribuía por todo el territorio sahariano.
Apariencia y particularidades
El órix blanco es similar en constitución y tamaño al Oryx, pero de color más claro y sin las rayas negras en el cuerpo y las extremidades. La principal diferencia entre el órix blanco y la gacela órice es la forma de los cuernos, que se curvan hacia atrás en un bonito y suave arco y se asemejan a los cuernos de un antílope negro.
Los duelos entre los animales son muy rituales debido a la peligrosa estructura de los cuernos. Se han dado casos de torneos de «esgrima» con los cuernos cuando uno de los oponentes no tenía cuernos. A diferencia de la mayoría de los antílopes, el órix blanco suele utilizar sus cuernos para defenderse de los depredadores.
Distribución y amenazas a la existencia
Estos animales solían habitar toda la vasta zona del norte del Sáhara, pero ahora sólo existen en un número relativamente pequeño de lugares a lo largo del límite sur de su antigua área de distribución. El órix blanco pertenece a una especie realmente amenazada de extinción. Es un habitante permanente de los desiertos y puede prescindir del agua durante mucho tiempo, contentándose con la escasa humedad que contienen las plantas. Dependiendo de las condiciones de la vegetación, el antílope realiza largas migraciones. Es activo a primera hora de la mañana, al atardecer e incluso por la noche y se esconde del calor en el refugio durante el día.
A juzgar por numerosos frescos y esculturas egipcias, el órix blanco era un animal semidomesticado entre los antiguos egipcios. Parece haber desempeñado el papel de animal de sacrificio. Los egipcios mantenían a los antílopes en los establos y, curiosamente, inventaron una forma especial de protegerlos de los cuernos afilados: mediante unas abrazaderas especiales daban a los cuernos de los animales jóvenes una forma muy curvada, como de gancho.