La llama Lama glama
La llama (Lama glama) es un mamífero artiodáctilo doméstico de la familia Camelidae, abundante en la Puna o Altiplano de los Andes de Perú, Bolivia, Chile, Ecuador, Argentina y Colombia. Fue domesticada por los pueblos andinos nativos mediante selección artificial a partir del guanaco. Según recientes estudios de ADN, esto ocurrió en principio de manera independiente en tiempo y espacio, en sectores del sur del Perú, norte de Chile, oeste de Bolivia y el norte de Argentina. Fue aprovechado al máximo por el imperio Inca: se obtenía carne y lana de él, y era usado también como animal de carga (el único antes de la llegada de los españoles a América, con excepción de los perros de los trineos inuit).
El guanaco es el ancestro de la llama doméstica. Los indios domesticaron al guanaco en Perú hace entre cinco y siete mil años, siendo las llamas su único medio de transporte hasta la llegada de los españoles. El zoólogo y etólogo británico Desmond Morris escribió sobre los indios y las llamas: «Con su lana tejen mantas y cuerdas, cosen sandalias de cuero, la carne se utiliza como alimento, la grasa se usa para hacer velas y los excrementos se utilizan como combustible.» Las llamas siguen siendo animales de carga indispensables: sólo ellas pueden pasar por estrechos caminos de montaña con una carga de 50-60 kg. La alpaca es más pequeña que la llama, con la cabeza corta, a menudo monocromática de color marrón o negro, a diferencia de la llama que tiene un color moteado; se crían exclusivamente por su hermosa lana. Algunos científicos creen que tanto las llamas como las alpacas evolucionaron a partir de los guanacos, mientras que otros creen que la alpaca tuvo sus raíces en la vicuña.
La gestación dura unos 11,5 meses (350 días) y suele nacer una cría. Las llamas alcanzan la madurez sexual a los tres años de edad en los machos y a los 12 meses en las hembras.