El zorro orejudo u otoción Otocyon megalotis
Su nombre científico es de origen griego y significa “el perro orejudo”. Es el animal tan único que forma su propio género Otocyon. Este habitante del continente africano se destaca por sus orejas enormes de 15 cm de longitud. El zorro orejudo es algo menor que el zorro común: su cuerpo alcanza los 66 cm, la altura en perdiz es cerca de los 40 cm, y el peso es entre los 3 y 5,3 kg. Su hocico es corto y la cola es larga. El sello distintivo de la especie es el sistema dental, que cuenta con 48 dientes, incluso 4 premolares y 4 molares en cada mandíbula. Es una máxima cantidad de los dientes que tenga un mamífero terreno placentario. Tiene dientes pequeños y frágiles debido a las peculiaridades de su dieta. Es que el zorro orejudo es el único representante de los cánidos que principalmente coma los insectos. Durante muchos años de la evolución sus dientes transformaron y se hicieron pequeños y frágiles adaptándose a una comida más suave que la carne que comen los demás mamíferos. Pero mastican la comida rápido lo que les ayuda comer mayor cantidad de los insectos. El arma principal del zorro son las orejas que oyen un movimiento fragilísimo de los escarabajos y hasta que puede oír los susurros subterráneos de los gusanos que salen de sus refugios.
Los zorros viven en dos regiones africanas aisladas una de la otra: en la del este, desde Sudán hasta el centro de Tanzania, y en la del sur desde Angola hasta la República sudafricana. Su comida principal son las termitas Hodotermes mossambicus que viven en estas áreas, también escarabajos y langostas.
Los zorros orejudos son monogamos pero a veces se encuentran familias con un machos y dos hembras. Viven en las madrigueras cavando un laberinto bajo el suelo con numerosas entradas y salidas. Después de 60-70 días de la gestación en invierno o primavera temprana nacen 2-6 cachorros. En los grupos de familias les dan leche todas las hembras que lactan. El macho ayuda a cuidarlos. A la edad de 9 días los cachorros abren los ojos y a la de 17 días abandonan la madriguera. La madre les da leche hasta la edad de 15 días, luego empiezan a cazar junto a los adultos. Se independizan a la edad de 5 o 6 meses, sin embargo varias hembras pueden quedarse en el grupo.