¡Bienvenidos al Reino animal!
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La mangosta de cola anillada Galidia elegans

Фото Mangosta de cola anillada
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Mangosta de cola anillada видео

Apariencia y área hábitat

La mangosta de cola anillada (Galidia elegans) es una especie de mamífero carnívoro de la familia Eupleridae. Es la única especie de su género y es endémica de la isla de Madagascar. La mangosta se encuentra en los bosques tropicales húmedos de Madagascar, principalmente en las zonas occidental, central y norte de la isla. Es relativamente pequeña: la longitud de su cuerpo varía de 32 a 38 cm, su cola alcanza los 32 cm y su peso oscila entre 700 y 900 g. Tiene un cuerpo largo y delgado, una cabeza pequeña con un hocico muy puntiagudo y unas orejas pequeñas y redondas. Sus patas son delgadas y cortas. En comparación con otras mangostas, Galidia elegans tiene dedos más cortos con garras largas, lisas y no tractiles. Las almohadillas de las patas son grandes, lisas y desnudas (sin pelo); hay pequeñas redes de natación entre los dedos. La coloración de estos animales es llamativa: pelaje marrón rojizo de la cabeza a la cola, patas negras o marrón oscuro. Su cola es esponjosa con anillos negros y rojos alternados; de ahí el nombre de la especie, la mangosta de cola anillada. Los machos son más pesados que las hembras y tienen glándulas odoríferas situadas en la zona genital.

Modo de vida

La mangosta de cola anillada es activa durante las horas de luz, pero alcanza su punto máximo a primera hora de la mañana y antes del anochecer. Estos ágiles y juguetones animalitos son excelentes trepadores de árboles (donde cazan aves) y nadadores, pero pasan la mayor parte del tiempo en el suelo. Se suben a los árboles con la cabeza hacia arriba y bajan del árbol con la cabeza hacia abajo. El peso y el tamaño de estas mangostas les permite trepar por ramas verticales delgadas (de unos 4 cm de diámetro). Por la noche duermen en refugios en árboles huecos o en troncos, o en madrigueras que ellos mismos excavan. Sus lugares de descanso cambian constantemente para deshacerse de los parásitos. La mangosta se esconde de los enemigos en madrigueras, que excava con una velocidad increíble. Se mantienen como solteros, en parejas o en grupos familiares de hasta 5 individuos. Cuando un grupo migra, la hembra suele ir delante, con sus cachorros en el centro y el macho al final de la procesión. Los grupos son territoriales y sus parcelas individuales suelen tener un tamaño de 20-25 hectáreas. En los límites de los territorios, los machos hacen «raspaduras» (arrancando la corteza de los árboles o arbustos con las garras) y dejan marcas olorosas, aplicando el secreto de las glándulas olorosas en las piedras y los troncos de los árboles. El encuentro de dos grupos vecinos suele ir acompañado de agresiones.

Alimentación

La mangosta de cola anillada se alimenta principalmente de pequeños mamíferos (roedores, insectívoros, ratones lémures), aves y sus puestas, anfibios y reptiles, peces, así como de grandes invertebrados (cangrejos y cigalas, caracoles, milpiés, insectos y sus larvas); a veces come frutas y frutos. Tras atrapar a su presa, la mangosta suele matarla con un rápido mordisco en el cuello. Los animales son muy habladores: silban mientras se comunican; gruñen, aúllan y se quejan durante las peleas; después de atrapar una presa, maúllan como gatos y gimen cuando se alarman.

Reproducción

La preñez dura de 52 a 90 días, tras los cuales la hembra da a luz a una única cría ciega de 40-50 g. Abre los ojos entre el cuarto y el séptimo día, y entre el duodécimo y el decimocuarto día la cría es capaz de moverse. La hembra alimenta a la cría con leche durante 2,5-3 meses, y al mes de edad comienza a alimentarla con comida sólida. Cuando el joven alcanza los dos años de edad, abandona a sus padres. Alrededor del mismo tiempo, alcanza la madurez sexual. La longevidad de la mangosta de cola anillada en cautividad es de unos 30 años, presumiblemente la mitad que en la naturaleza. En los últimos 10 años, la población de las mangostas de cola anillada ha disminuido un 20% debido a la reducción y degradación del hábitat y a la competencia de los perros salvajes, los gatos y las civetas indias.

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