Maras Dolichotinae
Mara patagónica Dolichotis patagonum
Mara patagónica видео
Rasgos distintivos
La mara patagónica habita en las pampas del centro y sur de Argentina. El mara es el cuarto roedor más grande del mundo, después del capibara, el castor y el puercoespín. Este animal tiene el tamaño de un perro pequeño: su longitud es de unos 70 cm, su altura es de unos 50 cm y su peso es de 12-16 kg. Externamente, la mara tiene un ligero parecido con una liebre. Este parecido se ve reforzado por un grueso pelaje de color marrón, gris-marrón o grisáceo, un hocico muy parecido al de una liebre y grandes ojos negros con densas pestañas. La Mara tiene patas largas y fuertes, con tres dedos en cada una, y las orejas, a diferencia de las de la liebre, son cortas.
Comportamiento social
Estos animales están bien adaptados a la carrera y viven en pequeños grupos (no más de 15 individuos). Las maras son activas durante el día, cuando saltan por la pampa en busca de alimento. Por la noche, los animales se dispersan y se esconden en madrigueras que cavan ellos mismos o utilizan las de otros animales. Normalmente, si viven cerca de zonas pobladas, salen en busca de comida al anochecer. Estos inusuales roedores se alimentan de una variedad de alimentos vegetales. No necesitan beber agua con regularidad, ya que obtienen la mayor parte de sus líquidos de la comida. Sus incisivos crecen durante toda su vida, por lo que deben afilarlos constantemente mordisqueando tallos duros. Las maras patagónicas no son territoriales, sino que evitan los encuentros con miembros de grupos ajenos; sin embargo, si la comida es abundante, varias parejas de estos animales se reúnen a veces en torno a ella.
Crianza
Las maras se reproducen una o, ocasionalmente, dos veces al año. La gestación dura unos 80 días, tras los cuales dan a luz de 2 a 5 cachorros que pesan entre 481 gramos y 733 gramos. Los cachorros nacen bien desarrollados, con los ojos abiertos y unas patas fuertes que les permiten correr bien casi de inmediato. Esto es muy importante, ya que es esta capacidad la que les permite escapar de los depredadores.