La lagartija vivípara o de turbera (Zootoca vivipara)
Apariencia
La lagartija vivípara o de turbera (Zootoca vivipara) es una especie de lagartija de color pardusco. La Zootoca vivipara no supera los 15-18 cm de longitud, y más de la mitad de su cuerpo es cola. En esta especie, los machos son siempre más pequeños que las hembras. Los adultos son de color marrón, pardo, verdoso o marrón amarillento por encima. En la parte superior del cuerpo tienen un patrón característico a lo largo de la espina dorsal de una banda oscura que puede estar interrumpida, dos rayas anchas en el dorso y rayas anchas oscuras en los lados del cuerpo, delimitadas por debajo por una línea clara.
Hábitat
Zootoca vivipara es el lagarto menos sensible a las bajas temperaturas, lo que le ha permitido habitar un vasto territorio. Se distribuye por casi todo el norte, centro y este de Europa, así como por el norte de Asia. Hacia el norte, su área de distribución se extiende hasta el océano Ártico. El hábitat de los lagartos vivíparos son los bordes de los bosques, los matorrales a lo largo de las orillas de las masas de agua, los claros en bosques de diferentes tipos: coníferas, caducifolios y mixtos. Muy a menudo habitan prados húmedos de llanuras aluviales que bordean bosques o zonas con arbustos y bosques jóvenes de alisos. En Siberia, los lagartos vivíparos pueden adentrarse en la tundra, donde viven en zonas pantanosas sobre protuberancias rodeadas de agua por todos lados. En las montañas, los lagartos vivíparos pueden vivir a altitudes de hasta 2.500 metros. Estos reptiles también suelen encontrarse cerca de zonas pobladas donde hay zonas húmedas, pueden tomar el sol en escalones de madera y en troncos cerca de las casas. En los bordes de los bosques se instalan en tocones, árboles caídos, entre raíces y arbustos. Utilizan como refugio la densa hojarasca del bosque, las madrigueras de roedores, los tocones muertos y las grietas entre las piedras; no construyen sus propios refugios.
Nutrición
Zootoca vivipara no sólo sabe nadar y bucear perfectamente, sino que también se desplaza por el fondo de una masa de agua. Si el Zootoca vivipara se ve amenazado, se entierra en el fango. Su dieta consiste en una variedad de insectos, moluscos, arañas y gusanos que viven en tocones, en el suelo y en troncos de árboles. La dieta puede variar en función de las especies de invertebrados que vivan en el hábitat de los lagartos y de su abundancia. Cuanto más alta es la temperatura, más rápido depreda, come y digiere su alimento. Sujeta a su presa con sus pequeños dientes, incapaces de masticar, y se la traga entera.
Reproducción
En primavera, la Zootoca vivipara sale de la hibernación invernal, cuando la temperatura del aire sube a sólo + 4 grados centígrados y en algunos lugares aún hay nieve. En esta época toman el sol durante mucho tiempo. Se vuelven activas cuando la temperatura del aire supera los +15 grados Celsius. Básicamente, esta especie es ovoviviente, es decir, los lagartos recién nacidos nacen en cáscaras transparentes de huevo, de las que se liberan al instante. Pero en los Pirineos, donde el clima es más seco y suave, las hembras ponen huevos. Los huevos están en una cáscara apergaminada, que los recién nacidos atraviesan con un fuerte diente de huevo. El periodo de gestación de los lagartos vivíparos es de 70-90 días, y los recién nacidos suelen nacer en julio. Las lagartijas que habitan en el territorio de nuestro país paren una media de 12 crías. La longitud del cuerpo de los recién nacidos de Zootoca vivipara es de 18-22 mm, y la longitud total con la cola es de 34-40 mm. Las crías de Zootoca vivipara suelen congregarse en grupos sobre árboles caídos o tocones. Los lagartos crecen rápidamente y, cuando llega el momento de la hibernación, su longitud alcanza los 50-55 mm. Los Zootoca vivipara alcanzan la madurez sexual en su tercer año de vida. En la naturaleza, su vida máxima es de 8 años.