El talégalo de Latham, talégalo cabecirrojo o pavo de matorral (Alectura lathami)
Apariencia
El talégalo de Latham, también conocido como talégalo cabecirrojo o pavo de matorral (Alectura lathami), es un pájaro grande que mide entre 60 y 75 cm de longitud, con una envergadura de alas de aproximadamente 85 cm. Su plumaje es principalmente negro, con el vientre moteado de blanco. Su cabeza roja carece de plumas y sus patas son bastante largas.
Hábitat y nutrición
Es la especie más grande del talégalo de Latham en Australia, su área de distribución se extiende desde Queensland hasta el sur casi llegando a Sídney. Habita en matorrales densos en selvas húmedas y en matorrales, en las montañas del norte y también en las tierras bajas del sur. Durante la noche y las horas más calurosas del mediodía se encuentra en los árboles, mientras que se alimenta principalmente en el suelo de semillas, frutas e invertebrados.
Comportamiento y reproducción
El vuelo de estas aves es lento y viven en grupos que generalmente consisten en un macho alfa, varios machos más jóvenes y hembras de diferentes edades. Durante el período de reproducción, la garganta amarilla o gris-azulada del macho alfa se infla. Él recoge con sus patas hojas y las amontona formando un montículo de hasta 1 metro de altura y 4 metros de diámetro.
Desde septiembre hasta marzo, una de las hembras deposita allí de 16 a 24 huevos grandes y blancos. A veces varias hembras participan en la puesta de huevos, y en ese caso el número de huevos puede llegar a 50. Las aves los entierran a una profundidad de 60-80 cm y a una distancia de 20-30 cm entre ellos. El calor necesario para el desarrollo de los embriones se genera a medida que se descompone la hojarasca. Lo más sorprendente es que el macho regula constantemente la temperatura de la puesta entre 33°C y 35°C, agregando o quitando material vegetal del nido.
Justo después de la eclosión, los polluelos se abren camino por sí mismos desde el montículo hacia el exterior. En pocas horas ya pueden correr y volar, sin embargo, sin la protección de los padres, muchos caen víctimas de depredadores como lagartijas y serpientes.