¡Bienvenidos al Reino animal!
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La marta Martes martes

Фото Marta
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Hábitat

La marta (Martes martes) es una especie de mamífero carnívoro de la familia Mustelidae. El Martes martes está ampliamente distribuido en la zona forestal del continente euroasiático. Su área de distribución se extiende desde Gran Bretaña hasta el oeste de Siberia, en el sur se limita al Cáucaso y a las islas del Mediterráneo, incluyendo Córcega, Sicilia, Cerdeña, etc. También se encuentra en Irán y Asia Menor. El animal vive principalmente en bosques mixtos y caducifolios, con menos frecuencia en bosques de coníferas (abetos, pinos). A veces se instala en las montañas, pero sólo hasta una altura en la que todavía crecen los árboles. Prefiere las zonas con árboles huecos y madera muerta; ataca los espacios abiertos sólo durante la caza.

Hábitat y peculiaridades

La marta no tiene un hogar permanente. Hace varios refugios en su territorio, eligiendo árboles huecos de hasta 5 m de altura, casas de ardilla, grandes nidos abandonados, grietas, madera muerta, etc. Aquí es donde descansa la marta durante el día. Al anochecer sale a cazar y por la mañana ocupa otra vivienda. Pero en las heladas severas el animal puede permanecer dentro del hueco durante mucho tiempo, alimentándose de las provisiones. El animal vaga por su territorio, sin abandonarlo nunca durante varios años seguidos. A diferencia de Martes foina, Martes martes rara vez se desplaza cerca de los humanos.

Las martas viven solos. Cada animal tiene su propia parcela individual. Marcan su territorio con un marcador de olor obtenido por la secreción de la glándula anal. La superficie de una parcela masculina puede variar de 3 a 50 km2. Las hembras tienen parcelas más pequeñas y su tamaño disminuye durante la estación fría. Los machos defienden sus territorios de los individuos de su mismo sexo, pero los territorios de los machos y las hembras a veces se solapan. El encuentro de dos machos fuera del periodo de apareamiento no va acompañado de agresiones.

La marta es más arborícola que sus parientes: no sólo vive en los huecos de los árboles, sino que también caza trepando por las ramas. Su peculiar estructura corporal le ayuda a trepar por troncos escarpados, ya que sus patas giran 180 grados. La esponjosa cola sirve de timón y, en caso necesario, de paracaídas, lo que le permite al animal saltar al suelo desde una gran altura sin consecuencias negativas. La marta se mueve con facilidad de rama en rama, incluso en la parte superior de los árboles. Puede cubrir una distancia de hasta cuatro metros en un solo salto. La marta también puede desplazarse por el suelo saltando. La marta puede nadar, pero rara vez lo hace. Este depredador ágil, flexible y muy rápido, que tiene un buen sentido del olfato, la vista y el oído, prefiere cazar en su radio de acción durante la noche y descansar en un refugio durante el día.

Dieta

El Martes martes es un animal omnívoro. Su dieta depende de la estación del año, del terreno y de la disponibilidad de alimentos, pero la comida de los animales es su base principal. Su presa más común son las ardillas. La marta intenta atraparlos en sus moradas, pero si no lo consigue, comienza una espectacular persecución, en la que los animales saltan de árbol en árbol con una velocidad increíble. A menudo, la marta se alimenta de pequeños roedores (topillos, ratones, liebres, picas, lirones, musarañas), liebres, erizos, aves (urogallo, perdiz, herrerillo, pájaro carpintero) y sus huevos. Los raros animales que viven en los parques urbanos atrapan ratas almizcleras y de agua. La marta mata a sus víctimas mordiéndolas en la parte posterior de la cabeza. Al hacerlo, no sólo consume su propia presa, sino también la carroña. Si no consiguen capturar presas relativamente grandes, la marta caza insectos, ranas, serpientes de hierba, peces y moluscos. Si hay demasiada comida, el animal la esconde y se la come después.

En verano y otoño, casi un tercio del menú de la marta consiste en alimentos vegetales: bayas (frambuesas, arándanos, cerezas, arándanos rojos, frambuesas, serbas), frutos secos, frutas (peras y manzanas silvestres), escaramujos, miel de abejas del bosque, etc. Recoge los frutos directamente de los árboles. Durante el mismo periodo Martes martes almacena comida para el invierno, guardándola en árboles huecos. A las martas les gustan mucho los arándanos y las bayas de serbal. En invierno, siempre se pueden encontrar huellas de martas en la nieve cerca de la ceniza de la montaña. Las bayas de serbal tienen propiedades antihelmínticas y los animales las comen de buen grado.

Reproducción

El apareamiento se produce durante los meses de verano. Un macho suele aparearse con varias hembras. El embarazo dura de 236 a 274 días. Tiene una fase de latencia prolongada: tras la fecundación, el óvulo no se adhiere al útero inmediatamente, sino en marzo, por lo que el embrión se desarrolla realmente en un mes. Poco antes del parto, la hembra elige un hogar permanente: un hueco en un árbol viejo, un nido de ardilla o una cavidad entre las rocas, y se instala allí.

Las crías nacen en abril. Una camada suele tener de tres a cinco crías, pero a veces hasta ocho. Las crías están cubiertos de un escaso pelaje oscuro y son ciegos y sordos. Las crías de Martes martes empiezan a oír a los 23 días y ganan la vista a los 28 días. La hembra deja a sus crías cuando caza y en caso de peligro puede trasladarlos a otro lugar o incluso comérselos. Hasta el mes y medio, las martas se alimentan sólo de la leche de su madre y no salen del refugio. Durante este periodo, su peso se duplica. Cuando a las cías les salen los dientes, pasan gradualmente a la comida sólida y empiezan a explorar la zona que rodea el nido. A los dos meses y medio, los crías trepan, corren, saltan y cazan activamente con la hembra.

Aproximadamente a los cuatro meses de edad, los animales se independizan pero siguen viviendo con su madre hasta el otoño. Entonces la cría se divide: cada cría se va a su propio territorio. Algunas crías permanecen con la hembra hasta la primavera. Los machos y las hembras alcanzan la madurez sexual en el segundo año de vida, pero no suelen tener descendencia hasta el tercer año. En la naturaleza, las martas viven una media de tres a cuatro años, pero algunos ejemplares consiguen llegar a los once. En cautividad, viven hasta los dieciocho años.

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