El diablo o demonio de Tasmania Sarcophilus harrisii
Descripción
El diablo o demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii) es una especie de marsupial dasiuromorfo de la familia Dasyuridae. En la actualidad solo se encuentra en estado silvestre en la isla de Tasmania, al sur de Australia continental.
El aspecto del demonio de Tasmania justifica plenamente su horripilante nombre: tiene un poderoso cuerpo fornido cubierto de pelaje negro con marcas blancas, patas musculosas, una cola calva y gorda que acumula grasa, pequeñas orejas rosadas, una cabeza desproporcionadamente maciza y una enorme boca con dientes afilados capaces de triturar grandes huesos. Además, el demonio de Tasmania destaca por su extraordinaria agresividad, su ferocidad y, a pesar de su pequeño tamaño (longitud corporal de 50-80 cm y peso de 8-10 kg), su notable fuerza, que le permite atacar a grandes animales. La voz del demonio de Tasmania tampoco es agradable, descrita como un «gruñido lloroso seguido de una tos ronca o, si se le molesta, un gruñido bajo y estridente».
Hábitat y modo de vida
Este extraño animal sólo se encuentra en la isla de Tasmania. Es un animal muy limpio; no sólo se baña regularmente, sino que también le gusta utilizar el agua, doblando sus patas delanteras en un cubo y lavándose la cara. Estos marsupiales nadan bien y cruzan fácilmente los ríos, pueden trepar a los árboles y les gusta mucho tomar el sol (aunque prefieren cazar de noche). Durante el día, se esconde en refugios, donde hace nidos de corteza, hojas y hierba. Son muy voraces y se alimentan de mamíferos y aves de pequeño y mediano tamaño, así como de insectos, crustáceos, serpientes, anfibios, raíces comestibles y tubérculos de plantas. Utilizando su superior sentido del olfato, los demonios buscan y comen constantemente carroña de todo tipo, desde peces hasta ovejas y vacas caídas, prefiriendo la carne ya descompuesta, podrida y agusanada.
Reproducción
El demonio de Tasmania se aparea a principios de la primavera. Sorprendentemente, incluso su apareamiento es una demostración de agresión, y después de 3 días la hembra expulsa al macho por completo. La gestación dura unos 20 días; después nacen entre 20 y 30 crías, de las que no sobreviven más de cuatro, que son las primeras que se arrastran hasta el marsupio y consiguen acoplarse a cuatro tetas. Por terrible que sea, el resto de las crías son comidos por la hembra. Las crías crecen muy deprisa: a los 90 días están completamente cubiertas de pelo, al mismo tiempo que se les abren los ojos. En el cuarto mes, los diablos adultos abandonan la bolsa, pero su madre los alimenta con leche durante otros 5-6 meses. Muchas hembras jóvenes comienzan a reproducirse a la edad de un año, sin embargo, la esperanza de vida de estos animales es muy corta, sólo 7-8 años.
Amenazas a los medios de subsistencia
El demonio de Tasmania solía ser considerado por los agricultores como una amenaza para el ganado y era cazado. Posteriormente, la especie fue protegida oficialmente y su número se estabilizó. En la actualidad figura en la Lista Roja de la UICN como especie en peligro de extinción. En la actualidad, la amenaza más importante es la «enfermedad del tumor de la cara del diablo», o DFTD. La tasa de mortalidad de esta enfermedad es del 100% (en 12-18 meses).
Observado por primera vez en 1996, el tumor facial de los demonios de Tasmania (Devil facial tumour disease, DFTD) ha devastado la población de esta especie, con una reducción estimada de más del 60 % de sus individuos entre 1996 y 2010,120 y más de un 80 % entre 1996 y 2016. La costa occidental y el noroeste del estado son las únicas zonas donde los diablos se mantienen libres de esta enfermedad. Los diablos infectados mueren a los pocos meses después de que el cáncer se hace visible. Puede matar entre el 20% y el 50% de la población de marsupiales en diferentes años, principalmente en la parte oriental de la isla.
