Los Lorísidos Lorisidae (Loridae)
Los lorísidos (Lorisidae) son una familia de primates strepsirrinos. Durante mucho tiempo se pensó que los lorísidos eran perezosos debido a su extrema lentitud de movimientos. У no fue hasta 1766 cuando Buffon, un naturalista francés, estableció que en realidad son medio monos. Se mueven muy despacio y con cuidado, cambiando de pata y quedándose quietos durante mucho tiempo a la menor señal de problemas. Esto los hace invisibles para los enemigos y las presas potenciales.
Una estructura especial de agarre - el primer dedo está casi a 180 grados del resto- proporciona un poderoso agarre y Lorisidae pueden colgarse de una rama utilizando sus cuartos traseros durante mucho tiempo. Esto también es posible gracias a una estructura especial de vasos sanguíneos en las muñecas y los tobillos, conocida como «la red maravillosa». Proporciona a los músculos de las extremidades un abundante suministro de sangre oxigenada y elimina los productos de desecho metabólicos (por ejemplo, el ácido láctico), que pueden causar calambres y daños musculares. Los lorísidos casi nunca abandonan las copas de los árboles. Se mueven sobre cuatro extremidades, caminando lentamente a lo largo de las ramas y estirándose entre las ramas más externas cuando se desplazan de un árbol a otro. Sin embargo, cuando cazan, estos encantadores animalitos son capaces de un rápido ataque, durante el cual se lanzan hacia adelante para agarrar a su presa con ambas manos.
El pelo de los lorísidos es grueso y suave, de color gris o marrón. Tienen ojos grandes, típicos de los animales nocturnos, orejas pequeñas escondidas en el pelaje y una cola corta. Todos los dedos están dotados de uñas, excepto el segundo, que tiene una garra «cosmética» que sirve para limpiar el pelo.
Sorprendentemente, estos astutos y lentos animales se han adaptado a comer los invertebrados más desagradables y venenosos, que ningún otro animal puede comer. Encuentran los insectos lentos o inmóviles por el olfato, y comen con gusto incluso escarabajos venenosos, hormigas, milpiés y orugas cubiertas de gruesos pelos irritantes o venenosos. El metabolismo de los lorísidos es muy lento (40 veces más lento de lo que cabría esperar para animales de su tamaño), pero en este caso «juega a su favor», ya que siempre tienen tiempo de neutralizar los productos químicos venenosos en el intestino antes de que hagan efecto. Sin embargo, los lorísidos tampoco rechazan alimentos más sabrosos: huevos de aves, lagartijas y frutas, néctar, resina e incluso pequeños murciélagos y roedores.