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El puercoespín malayo Hystrix brachyura

Фото Puercoespín malayo
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El puercoespín malayo (Hystrix brachyura) es una especie de roedor histricomorfo de la familia Hystricidae. El puercoespín malayo (Hystrix brachyura) es común en los bosques del sudeste asiático continental, Sumatra y Borneo. Se encuentra en Nepal, India, el centro y el sur de China, Myanmar, Tailandia, Laos, Vietnam, Malasia peninsular y Brunei. El puercoespín malayo habita en varios tipos de bosques, en la zona abierta cercana al bosque, se adentra en terrenos agrícolas y sube hasta los 1500 m en la montaña. Este animal excava madrigueras con varias aberturas en el suelo y vive en pequeños grupos. El puercoespín malayo tiene un estilo de vida predominantemente nocturno.

Son roedores grandes y gordos cubiertos de agujas afiladas y rígidas. Las agujas son negras y blancas o amarillas, con lana entre ellas. El puercoespín malayo tiene patas cortas cubiertas de pelos marrones, con cuatro garras en las patas delanteras y cinco en las traseras. La longitud del cuerpo del puercoespín malayo oscila entre 63 y 73 cm, su cola mide entre 6 y 11 cm y su peso oscila entre 700 y 2.400 gramos. Los puercoespínes malayos son vegetarianos; excavan tubérculos, enraízan, comen frutos caídos y roen cortezas. Sin embargo, si encuentran larvas de insectos o carroña, también se las comerán. En su búsqueda de alimento salen por la noche y regresan a sus madrigueras, que ellos mismos excavan y en las que viven durante muchos años. El periodo de gestación de los puercoespines malayos es de unos 110 días. Las hembras suelen parir entre 1 y 3 cachorros en sus madrigueras. Las crías nacen con agujas blandas, que se endurecen al cabo de unos días. La vida máxima del puercoespín malayo es de unos 27 años.

Las agujas de puercoespín son una excelente defensa contra los depredadores. De apariencia lenta, el puercoespín malayo es capaz de lanzarse hacia atrás y clavar sus agujas en su atacante. Las afiladas agujas no se adhieren firmemente a la piel del huésped y se quedan fácilmente en el hocico o las patas de los depredadores. Sin embargo, el puercoespín malayo prefiere advertir primero al enemigo sacudiendo las agujas, que hacen un ruido de chasquido o de molienda al hacerlo. Por desgracia, las agujas no salvan a este roedor de las flechas, cerbatanas, lazos de captura y armas de fuego. La población local caza el puercoespín malayo por su deliciosa carne y utiliza las agujas como decoración.

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