El manatí de África Occidental Trichechus senegalensis
Apariencia
El manatí de África Occidental (Trichechus senegalensis) es una especie de manatí, y es la menos estudiada de las cinco especies de sirénidos. Hay pocas fotografías de estos animales y, aunque los conocimientos sobre ellos son escasos, los científicos piensan que son similares a los manatíes antillanos.
El manatí de África Occidental es un animal acuático grande y macizo con un cuerpo aerodinámico, extremidades anteriores en forma de uña convertidas en aletas y una cola plana y redondeada en forma de remo; no tiene extremidades posteriores. El manatí de África Occidental se diferencia de las especies afines por su piel negra-grisácea; por lo demás, es prácticamente indistinguible del manatí antillano. El cuerpo está cubierto de lana escasa, y sólo los labios superior e inferior presentan cerdas densas (vibrisas). El labio superior, como en todos los sirenios, está fuertemente bifurcado. Los ejemplares adultos pesan menos de 500 kg y miden entre 3 y 4 m. El mayor manatí jamás capturado pesaba unos 360 kg cuando medía 4,5 m.
Hábitat
El manatí habita en ríos, estuarios, lagos, bahías poco profundas y aguas costeras de toda la costa occidental de África. Su límite norte de distribución es el río Senegal (sur de Mauritania), con el río Kwanza en Angola como límite sur. Las poblaciones críticas para la conservación de la especie se concentran en el archipiélago de Bijagos (Guinea Bissau), las lagunas de Costa de Marfil, el lago Volta (Ghana), la laguna de N'Dogo (Gabón), los ríos y lagos de Senegal, el río Sanaga (Camerún), el bajo río Níger (Nigeria) y el bajo río Congo.
El manatí habita tanto en aguas costeras poco profundas como en masas de agua dulce, desplazándose libremente entre ellas. Prefieren las aguas tranquilas ricas en alimentos vegetales, pero evitan las aguas marinas muy salinas. Sus hábitats preferidos son las lagunas costeras con abundante vegetación de manglares y herbáceas, los estuarios de grandes ríos de hasta 3 metros de profundidad con manglares y vegetación herbácea. Río arriba, los manatíes ascienden hasta las cascadas y los rápidos o hasta donde el nivel del agua lo permita. En algunas localidades, durante la estación seca, encuentran refugio en lagos y estanques permanentes que se conectan a los canales de los ríos cuando el agua sube en la estación de las lluvias; se adentran en bosques inundados y ciénagas cubiertas de juncos, pastos dentados y otras hierbas. En el mar, se encuentran a 75 km de la costa entre los manglares y los afloramientos de agua dulce del archipiélago de Bijagós. Se han encontrado poblaciones aisladas, aisladas del mar, en el lago Volta (Ghana) por encima de una presa hidroeléctrica. Otra población aislada por los rápidos del río se encontró en el curso superior del río Níger, cerca de Segou (Malí), lo que supone un récord de más de 2.000 km de movimiento interior para esta especie. En Chad, el manatí está aislado en los ríos de la cuenca del lago Chad, Banyingi, Logone y Shari.
Modo de vida
El comportamiento de esta especie sigue siendo poco conocido. Al parecer, su modo de vida es predominantemente nocturno, ya que los manatíes se capturan con más éxito a esta hora del día. Durante el día suelen descansar en aguas poco profundas (1-2 m de profundidad), escondidos entre la vegetación o en medio de los lechos de los ríos. Anteriormente se pensaba que los manatíes podían llegar a la orilla en busca de alimento, pero ahora se ha demostrado que esta opinión es incorrecta. Los manatíes son solitarios o forman grupos inestables de 2 a 6 individuos. Los lazos sociales más fuertes y estables se dan entre una hembra y su descendencia.
Alimentación
El manatí de África Occidental se alimenta de vegetación acuática, principalmente costera. Las poblaciones estuarinas se alimentan en los manglares, recogiendo las hojas de las ramas bajas. Su dieta incluye plantas de las especies Vossia, Eichornia crassipes, Polygonum, Ceratophyllum demersum, Azolla, Echinochloa, Lemna, Myriophyllum, Pistia stratioties y Rhizophora racemosa. Teniendo en cuenta que un adulto consume entre 12 y 18 kg de comida al día, un solo manatí es probablemente capaz de comer hasta 8.000 kg de vegetación al año. En algunas partes de su área de distribución (Senegal, Sierra Leona), los pescadores locales acusan a los manatíes de robar peces de las redes, pero esto no se ha confirmado. Se cree que el manatí también destruye los cultivos de arroz en los campos inundados. En Senegal y Gambia también se han encontrado moluscos en los estómagos de las capturas del manatí.
Reproducción
La reproducción de los manatíes sigue siendo poco conocida, y la mayoría de las suposiciones sobre su comportamiento reproductivo se basan en el gran parecido de la especie con el bien estudiado manatí antillano. Son capaces de criar durante todo el año, pero los partos suelen alcanzar su punto álgido a finales de la primavera y principios del verano. Las hembras alcanzan la madurez sexual a los 3 años de edad. Una hembra en celo está acompañada por varios machos, con los que aparentemente se aparea indistintamente. La gestación dura unos 13 meses y termina con el nacimiento de una cría, a veces gemelas. Los nacimientos se producen en lagunas poco profundas. Las crías nacen con la cola hacia delante y son capaces de nadar inmediatamente después de nacer. La hembra alimenta a sus crías mediante glándulas mamarias pareadas situadas en el pecho. Al parecer, las crías permanecen con su madre hasta 2 años. En la naturaleza, se cree que los manatíes viven hasta 30 años. No tienen enemigos naturales, pero ocasionalmente son cazados por tiburones y cocodrilos.
