La piraña de vientre rojo, piraña natt o coicoa (Pygocentrus nattereri)
La piraña de vientre rojo, piraña natt o coicoa (Pygocentrus nattereri) es una especie de pez de remanso teleósteo de la familia Serrasalmidae, en el orden de los Characiformes.
Morfología
El macho puede alcanzar los 33,3 cm de longitud total y 3850 g de peso.
Lo primero que llama la atención es una mandíbula prominente y una poderosa boca llena de dientes en posición terminal. La aleta dorsal está situada más atrás de lo normal, y la anal se encuentra separada de la caudal únicamente por el pedúnculo caudal. La mandíbula inferior es más prominente mostrando a veces la punta de los dientes (Dato importante para distinguirlas de los Pacus en algunos comercios). El movimiento natatorio es parecido al movimiento de una serpiente, realizado principalmente por los fuertes músculos laterales del cuerpo junto con la aleta caudal. Ninguna de sus otras aletas es de real importancia en la locomoción y durante el nado lento son plegadas al cuerpo. Las aletas inferiores se utilizan para estabilizar el equilibrio del pez, y junto con la vejiga natatoria sirven además para que la piraña flote casi sin moverse.
La aleta dorsal carece de espinas y cuenta con 16-18 radios. La aleta anal, igualmente sin espinas, tiene 27-30 radios.
En cuanto a la coloración, de los jóvenes, son muy plateados y con puntos negros por todo el cuerpo, a medida que van creciendo esos puntos negros empezarán a desaparecer, la barriga tomará un color rojo intenso (por esto en países anglosajones se les conoce como red belly = 'barriga roja'), el plateado se tornará más oscuro, quizás un tono verdoso, quizás azulado depende de cada piraña, y el iris tomará un color naranja intenso también.
Nutrición
La piraña de vientre rojo come insectos, gusanos y peces (entre otros, Astyanax bimaculatus, Brycon hilarii, Cichlasoma dimerus, Crenicichla lepidota, Hoplias malabaricus y Markiana nigripinnis), aunque generalmente el pescado suele abarcar el 90 % de su dieta.
Hábitat
Es un pez de agua dulce y de clima subtropical a tropical, de entre 23 y 27 °C de temperatura.
Distribución geográfica
Se encuentra en Sudamérica, en las cuencas de los ríos Amazonas, Paraguay, Paraná, Esequibo y Uruguay, y en ríos costeros del noreste de Brasil con agua blanda y ligeramente ácida, pH 6.0 a 7.0, GH 5ºd-11ºd.
Observaciones
Las pirañas de vientre rojo pueden ocasionar graves mordeduras a los humanos, debido a su dentadura. En la cuenca del Plata (por ejemplo en las aguas del río Paraná) normalmente son inofensivas por dos factores: solo se vuelven agresivas para animales corpulentos al norte del paralelo 20°S ya que las aguas cálidas estimulan su agresividad y gregarismo y porque naturalmente los yacarés y nutrias gigantes (o ariraí) controlaban sus poblaciones al tener a las palometas y pirañas en general como presas, pero al ser casi exterminados (durante el siglo XX y la primera década del siglo XXI los yacarés y las nutrias) desapareció el equilibrio natural que controlaba a estos pequeños peces carnívoros. Por otra parte en momentos de ola de calor o de sequía veraniega tal cual ocurre a inicios del siglo XXI el nivel de los ríos en que habitan baja y al bajar el nivel de las aguas de estos ríos el agua de los mismas se calienta más al recibir la radiación solar, esto explica los sorpresivos y hasta entonces desconocidos ataques de "palometas" a bañistas en las costas fluviales de ciudades tan australes como la gran ciudad argentina de Rosario ocurrida durante la ola de calor de la segunda mitad de diciembre de 2013.
Taxonomía y filogenia
La piraña de vientre rojo pertenece a la familia Serrasalmidae, que es un grupo de carácidos de tamaño mediano a grande e incluye a otros omnívoros estrechamente emparentados como los pacus. Se caracterizan por tener cuerpos profundos y comprimidos lateralmente y aletas dorsales largas. Dentro de la familia, las pirañas de vientre rojo se clasifican en el género Pygocentrus, que se distingue por la inusual dentición y las diferentes dimensiones de la anchura de la cabeza. La piraña de vientre rojo suele considerarse carnívora, mientras que la mayoría de los peces de la familia que no son pirañas son principalmente herbívoros. Sin embargo, la piraña de vientre rojo es en realidad omnívora.
Distribución y hábitat
La piraña de vientre rojo está ampliamente distribuida por todo el continente sudamericano y se encuentra en los ríos neotropicales de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Vive en los drenajes de agua dulce cálida de varios ríos importantes, como el Amazonas, el Paraguay, el Paraná y el Essequibo, así como en numerosos sistemas menores. Pueden vivir en aguas de entre 15 y 35 °C (59-95 °F), pero son capaces de sobrevivir a temperaturas de hasta 10 °C (50 °F) durante un tiempo. Se encuentran principalmente en aguas blancas, pero también se han registrado en aguas negras y claras. La piraña de vientre rojo vive en grandes ríos, arroyos, lagos (como las rías y los lagos artificiales formados por presas), llanuras aluviales y bosques inundados. Fueron introducidas en China, probablemente por el comercio de acuarios. Detectadas por primera vez en 1990, desde entonces se han convertido en invasoras en el país.
En Estados Unidos no se encuentra ninguna piraña, incluida ésta. En 1998 se encontró un único ejemplar en un lago de un campo de golf de Simi Valley, en el condado de Ventura (California). California y Washington prohíben Pygocentrus nattereri y fomentan la vigilancia para evitar su introducción.
Descripción
La piraña de vientre rojo tiene fama de depredador feroz, a pesar de ser principalmente carroñera. Como su nombre indica, las pirañas de vientre rojo tienen un tinte rojizo en el vientre cuando son adultas, aunque los juveniles son de color plateado con manchas más oscuras. La especie puede alcanzar hasta 3,9 kg de peso y 50 cm de longitud estándar, pero rara vez supera los 35 cm. El resto del cuerpo suele ser gris con escamas plateadas. A veces aparecen manchas negruzcas detrás de las branquias y la aleta anal suele ser negra en la base. Las aletas pectorales y pélvicas pueden variar del rojo al naranja. Las hembras se distinguen de los machos por el color rojo ligeramente más intenso de su vientre.
La piraña de vientre rojo suele encontrarse en ríos de aguas blancas, como la cuenca del Amazonas, y en algunos arroyos y lagos. A veces habita en bosques inundados, como los de la Amazonia brasileña. Viven en bancos pero no cazan en grupo, aunque ocasionalmente pueden entrar en frenesí alimentario. En estos casos, cardúmenes de pirañas convergen sobre una presa grande y se la comen en cuestión de minutos. Estos ataques suelen ser extremadamente raros y se deben a provocación o inanición. La reproducción tiene lugar en un periodo de dos meses durante la estación lluviosa, pero puede variar según la zona. Las hembras ponen unos 5.000 huevos sobre vegetación recién sumergida en nidos construidos por los machos.
La ferocidad de la piraña de vientre rojo se atribuye en gran medida al Presidente Theodore Roosevelt tras la expedición científica Roosevelt-Rondon. El ex presidente regresó con la dramática historia de una vaca entera que fue desollada en cuestión de minutos. Más tarde se descubrió que este suceso había sido organizado por los guías locales, deseosos de ofrecer a Roosevelt un espectáculo digno del viaje. Más tarde se supo que los peces habían sido acorralados y matados de hambre durante más de una semana, en una sección del río, a la que la desafortunada vaca fue conducida para el evento. Nada indica que Roosevelt tuviera conocimiento de este hecho.
Comportamiento
Pygocentrus nattereri abarca un área geográfica mayor que cualquier otra especie de piraña, cubriendo gran parte de la región Neotropical. Cuando las pirañas de vientre rojo se introducen en otras partes del continente americano, suele haber consecuencias negativas para la fauna piscícola local, en parte debido a su comportamiento generalmente agresivo. Este comportamiento agresivo está marcado a veces por los sonidos acústicos que producen.
La piraña de vientre rojo no es una especie migratoria, pero sí busca condiciones propicias para la reproducción durante las épocas de mayor pluviosidad. Las pirañas de vientre rojo son omnívoras y principalmente buscadoras de comida. Se alimentan de insectos, peces, plantas y restos orgánicos. Según Bechara et al., 1996, P. nattereri es casi inmune a la enfermedad de la burbuja de gas, que es devastadora para casi todos los peces del mismo entorno.
Dieta y comportamiento alimentario
La nutrición típica de las pirañas de vientre rojo es omnívora e incluye fruta, hojas, insectos, carroña de moluscos y pescado. Se sabe que, en manadas de cientos de ejemplares, las pirañas se alimentan de animales tan grandes como garcetas o carpinchos. A pesar de su reputación de carnívoro peligroso, la piraña es principalmente carroñera y buscadora de comida, y se alimenta sobre todo de plantas e insectos durante la estación lluviosa, cuando la comida es abundante. También suelen alimentarse sólo de animales débiles, heridos, moribundos o muertos. Las pirañas de vientre rojo no se agrupan para cazar animales más grandes, sino para protegerse de los depredadores.
Los métodos de búsqueda de alimento varían a lo largo de las distintas etapas de la vida de una piraña. Los peces más pequeños buscan comida durante el día, mientras que los más grandes lo hacen al amanecer, a última hora de la tarde y a primera hora de la noche. A lo largo del día, los peces acechan en zonas oscuras y tienden emboscadas a sus presas. Las pirañas también pueden cazar y perseguir a sus presas, ocultándose entre la vegetación hasta que nadan cerca de ellas. Entonces captura a su presa. Al carroñear, la piraña come una gran variedad de alimentos, desde trozos de escombros, insectos, caracoles, aletas de peces, escamas y plantas.
Reproducción
Se desconocen los hábitos reproductivos de las pirañas en la naturaleza y la mayoría de las investigaciones sobre el desove se han realizado en acuarios. Las pirañas suelen ser capaces de reproducirse cuando tienen un año de edad. Las hembras ponen varios miles de huevos cerca de plantas acuáticas, a las que se adhieren. Los machos fecundan los huevos. Al cabo de dos o tres días los huevos eclosionan y las pirañas juveniles se esconden entre las plantas hasta que son lo bastante grandes para defenderse, momento en el que esconderse de los depredadores se convierte en acechar a sus presas.
La investigación sobre el comportamiento reproductivo de las pirañas de vientre rojo en la naturaleza ha revelado ciertos patrones de comportamiento en torno a los lugares de anidación. Las pirañas adultas nadan lado a lado en pequeños círculos, a veces con dos individuos nadando en direcciones opuestas mientras mantienen sus superficies ventrales cerca la una de la otra. Aunque esto pueda parecer una muestra de cortejo, una mirada más atenta revela que en realidad los adultos están defendiendo los lugares de anidamiento. Los nidos tienen entre 4 y 5 centímetros de profundidad y se excavan entre las hierbas acuáticas, con los huevos pegados a las hierbas y a los tallos de las plantas.
La formación de parejas de apareamiento, las exhibiciones nupciales y la vigilancia de los nidos demuestran que las pirañas de vientre rojo cuidan del nido y de las crías. Si se dejan desatendidos, otros peces, como los charácidos, pueden alimentarse de los huevos. A pesar de la práctica defensiva de rodear los nidos, las pirañas de vientre rojo suelen mostrarse pasivas ante otros peces que se acercan al nido. Es posible que la mera presencia de la piraña, un depredador natural, constituya una amenaza suficiente para evitar que los depredadores potenciales se acerquen al nido.
Las pirañas tienen dos temporadas reproductivas anuales; estas temporadas están ligadas a las fluctuaciones del nivel del agua, el pulso de inundación, la temperatura y otras condiciones hidrológicas. Cuando los individuos están listos para ser sexualmente activos, pierden su coloración roja y seleccionan hábitats propicios para el desove, como las hierbas marginales inundadas y la vegetación de los lagos. Esta selección de hábitat es una clara distinción de los individuos no reproductores, que prefieren las aguas abiertas y las praderas flotantes.
En cardumen
Las pirañas de vientre rojo viajan a menudo en bancos como defensa depredadora, así como a la ofensiva. En estudios que probaron las reacciones de las pirañas ante un ataque simulado de un depredador, las tasas operculares en reposo volvieron a la normalidad más rápidamente entre las pirañas que estaban en bancos de ocho que en bancos de dos. Aunque se supone que las pirañas cazan en grupo, ninguna investigación demuestra que el comportamiento de cardumen entre las pirañas se utilice para la caza cooperativa.
Lo más probable es que este comportamiento sea una defensa contra la depredación de animales más grandes, como delfines, grandes peces piscívoros, caimanes y aves acuáticas. Las pirañas viajan a sus lugares de nidificación en bancos para reducir la probabilidad de que un solo individuo sea atacado por un depredador. Los bancos de pirañas de vientre rojo utilizan los márgenes de las zonas inundadas para construir sus nidos.
Comunicación y señalización
La comunicación acústica entre las pirañas de vientre rojo se exhibe junto con comportamientos agresivos, como morder, perseguir, enfrentarse a congéneres y luchar. Los sonidos creados por las pirañas se generan mediante contracciones rápidas de los músculos sónicos y están asociados a la vejiga natatoria. La vejiga natatoria puede desempeñar un papel importante en la producción de sonidos como resonador. Todas las observaciones realizadas sobre la producción de sonido por parte de las pirañas de vientre rojo se han realizado cuando los especímenes se sujetaban con la mano. Cuando se saca del agua, la piraña de vientre rojo emite un sonido similar al de un tambor, consistente en un sonido armónico de baja frecuencia. Sin embargo, la investigación ha demostrado la presencia de tres tipos de emisiones acústicas que se asocian a comportamientos específicos. Las llamadas de tipo uno se componen de sonidos armónicos, duran aproximadamente 140 milisegundos a 120 Hz y se asocian a un comportamiento de exhibición frontal entre dos peces. Los sonidos de tipo dos duran aproximadamente 36 milisegundos a 40 Hz y se asocian a comportamientos en círculo y de lucha relacionados con la competencia por el alimento. Los sonidos de tipo tres se componen de un único pulso que dura sólo 3 milisegundos a 1740 Hz, y están muy asociados con el comportamiento de persecución hacia un individuo congénere. Este mismo sonido también se produce cuando un individuo chasquea las mandíbulas para morder a otro.
Casi todos los sonidos producidos por las pirañas de vientre rojo se producen en el contexto de interacciones sociales entre individuos. Los sonidos bajos, de tamborileo, se producen típicamente durante ataques moderados, mientras que los sonidos fuertes, de amenaza, se producen durante ataques más vigorosos.
Estado de conservación
La piraña de vientre rojo está muy extendida y es localmente abundante. En algunas partes de su área de distribución, se encuentra entre las especies de peces más comunes. La recolección y el comercio de la especie para acuarios puede presentar localmente un riesgo bajo para la piraña de vientre rojo.
En los medios de comunicación
Muchos mitos rodean a esta especie. La película de 1978 Piraña, de Joe Dante, muestra a estos peces de forma similar a los tiburones de Tiburón. A Piraña le siguió una secuela, Piraña II: El desove, en 1982, y dos remakes, uno en 1995, y Piraña 3D en 2010, que también tuvo su propia secuela, Piraña 3DD. Películas como éstas, e historias de grandes bancos de pirañas rojas atacando a humanos, alimentan su exagerada y errónea fama de ser uno de los peces de agua dulce más feroces. En realidad, suelen ser tímidos carroñeros que cumplen una función similar a la de los buitres en tierra. En Piraña 3D, se descubre una piraña desconocida hasta entonces. El personaje de Christopher Lloyd identifica erróneamente un espécimen de esta monstruosa nueva especie como la familiar Pygocentrus nattereri.
En acuarios
Las pirañas de vientre rojo se crían a veces como peces de acuario. Se las puede alimentar con comida viva, fresca o congelada, pero no comen carne podrida. Su nutrición natural consiste en presas vivas y animales o peces muertos. Alimentar con alimento vivo a las pirañas en cautividad puede introducir enfermedades, y los peces de colores contienen una hormona inhibidora del crecimiento, que a su vez afectará a las pirañas. Las pirañas de vientre rojo, sobre todo cuando son jóvenes, a veces se muerden unas a otras en el acuario, normalmente en las aletas, en un comportamiento denominado "mordisqueo de aletas". A las que les han mordido las aletas les vuelven a crecer con sorprendente rapidez. Para mantener un acuario de pirañas, es importante mantener la calidad del agua, ya que se alimentan de forma desordenada y ensucian el agua del acuario. Además, necesitan lugares donde esconderse con poca luz. Como en la naturaleza no comen todos los días, las que están en cautividad no necesitan alimentarse a diario, pero cuando tienen hambre pueden comerse unas a otras.
